Una economía del bien común (II)

Vuelvo sobre una entrada anterior mía sobre si es posible una economía del bien común; ya dije que no solo era posible, sino deseable, necesaria. Entre el público que asistía a mi conferencia me preguntó uno mi opinión sobre un conocido autor que viene propugnando una economia del bien común, como modelo alternativo al ahora vigente -y perdone el lector si no le cito por su nombre y apellido, pero no tengo ganas de entrar en polémicas con alguien que me merece un gran respeto, en cuanto que se ha lanzado al ruedo para proponer alternativas al paradigma vigente. Pero esas propuestas no me parecen adecuadas.

La razón de fondo es que no veo en ese autor (ni en otros muchos de los que lanzan modelos de otros paradigmos sociales, económicos o políticos) un fundamento sólido. ¿Cuál es el concepto de persona, de empresa, de sociedad, de Estado… que manejan? No lo encuentro. O mejor, lo que encuentro me preocupa, porque no me parece realista.

Proponer el bien común (un concepto de bien común) y la cooperación como reglas de conducta de las personas me parece deseable, pero utópico, porque el ser humano es, a la vez, egoísta y solidario, y pretender que cambiará su manera de actuar porque lo decida una mayoría por vías democráticas no es una buena manera de empezar. Lo que sí veo en esa alternativa es mucha regulación, mucha ley nueva, que limite los beneficios, los precios, el crecimiento de las empresas, las desigualdades de rentas… La ley, por supuesto, sirve para corregir conductas inapropiadas, pero también para coartar la libertad de los ciudadanos. Me temo que todo esto acabe en un Estado policía. Claro que todo eso se decidirá democráticamente, pero nuestro autor reconoce que eso no será posible sin una tarea previa de aprendizaje de los ciudadanos... que, sinceramente, no sé cómo se puede llevar a cabo, si no queremos calificarla de manipulación.

Sinceramente, veo la mano, bien visible, de un poder político fuerte detrás de esas propuestas, acompañada, también de mucha economía, ¿cómo diría?, sospechosa. Las grandes empresas traspasarán sus derechos de voto a los empleados y a la comunidad, que, se supone, actuarán siempre de acuerdo con el bien común democrático, no de acuerdo con sus intereses particulares (o sea, se habrán convertido en el «hombre nuevo» que prometía el comunismo). La banca democrática la controlará el pueblo. Se financiará con préstamos del Banco Central (se supone que esto no generará inflación, claro). Habrá una moneda mundial (porque, claro, ningún país necesitará nunca tener una política monetaria propia, porque las recesiones y las inflaciones habrán desaparecido). La jornada laboral se reducirá gradualmente; cada trabajador tendrá derecho a un año sabático cada diez años…: esto ya me gusta, oiga. A los empresarios se les pedirán «cualidades de liderazgo»: ¿quién hará esos exámenes? Por favor, cuenten conmigo para lo de trabajar menos, elegir a los directivos y votar en las decisiones de las empresas…

3 thoughts on “Una economía del bien común (II)

  1. el bien comun,entenderlo como un equilibrio entre interes personal cercano e interes personal macro,donde se respeta la decision e individualidad,el emprender y hacer por si mismo,pero a su vez se limita su accion en que lo individual no dañe a otros,lo hacen las normas de calidad,de medio ambiente, de seguridad industrial,de leyes de convivencia,para mi, no comprender que es bien comun,desde el punto de vista sociologico,cientifico,demografico y geografico segun recursos naturales esenciales,es mal entender la actividad economica DE MILES DE AÑOS EN LA HUMANIDAD,es ser el pez que ve contaminarse el agua pero dice aun respiro por mi mismo,puedo darle muchos ejemplos de esclavitud moderna,en pro del interes individual,el otro extremo,barcos factorias,salarios miserables,tripulacion de barcos de la india con salarios de 150 dolares y oficiales ingleses con salarios de 3000 euros,paraisos fiscales para q los recursos de corrupcion,droga,trafico de toda indole conserven su capital cuidado y con el se apoderen de las actividades economicas sanas,ese es el otro extremo donde el gobierno esta ausente y se permite esto,no se trata de solidaridad, espiritu que motiva la idea,se trata de libertad de emprender y sobrevivir por si mismo,sin ser reemplazado por transnacionales o tecnologia o mercados externos de bajo costo mano d e obra,profesor admiro su logica economica,leo con avidez sus posteos,pero tampoco creo en la exageracion del mal de la economia con derechos individuales y no solo corporativos,el estado presente en normas que aseguren equidad de oportunidad y valor del trabajo o calidad de vida,eso se perdio globalmente,los de la union europea,no pueden ganar los 60 dolares de bangladesh mensuales o los 300 uss de china,entonces como,si la juridiccion de los estados aun no cubre lo internacional para garantizar derechos de equidad globalmente y asi ,hemos importado pobreza,permitido tecnologias de explotacion rapida o de mayor volumen dañando el ambiente y reduciendo los tiempos de trabajo de un sector ,sin ver que detras de esas medidas de interes individual,el individuo como objeto de derechos,los pierde todos en la ecuacion,sus conciudadanos pueden aseverar esta «utopia global» lo rentable debe existir como motivador individual,pero a su vez esta rentabilidad conservar su reinversion por parte del mismo que la genero en el mismo pais diversificando con estos recursos,no con prestamos usureros su economia,por ejemplo dubai y 1 recurso diversifico la economia,al otro extremo south africa salen 15 mil millones por año en diamantes y mueren cada dia niños de hambre,hay algo que yo llamo el valor de 1 (uno) un derecho a vivir,un derecho a comer,un derecho a educarse,una vida para realizar,una vida para tener hijos , familia y darles el producto de su trabajo,una edad para ser productivo,una edad para envejecer ,y todos estos conceptos se resumen en «el valor de uno, o una persona y su unica vida para ser feliz»con poco un salario y un cada dia de esfuerzo,en lo humano estamos todos y si lo creo,no es por utopia,he vivido de niño el sufrimiento familiar y espiritual del hambre,tenia 12 años y mis lagrimas corrian por mi rostro al ver los niños muertos en bangladesh en el diario,tampoco creo en el conflicto GOBIERNO O PERSONAS, el estado debe solo dictar y promover normas de derechos y calidad de vida,pero lo economico ser una realizacion personal de cada uno y esto ser sagrado,ahora si hay un solo mundo donde invertir (todavia) porque lo politico no avanza en lo global,para que las empresas y personas tengan equidad de derechos,el conflicto tapo la ambicion personal o la ambicion de poder de revolucionarios,pero no tapo las muertes en este conflicto ni las consecuencias de la libertad sin control ,hoy tenemos cambio climatico y contaminacion como herencia de ello, gracias profesor , pido mil disculpas por mi pasion en el tema.

  2. Don Antonio:
    Creo que es más adecuado hablar de un «modelo de empresa de bien común», es decir, una forma de entender la actividad empresarial impregnada de una antropología personalista y de la ética clásica. Ello nos llevar a entender la empresa como una actividad orientada a la producción de bienes materiales y espirituales que fomenten el desarrollo integral tanto de las personas que laboran en la empresa como de los miembros de la comunidad o clientes (actuales y potenciales).
    La forma de aplicar esta racionalidad no es a través de la regulación estatal, sino de la construcción de un relato que reemplace a la racionalidad liberal utilitarista que hoy predomina en las universidades y escuelas de negocios.
    He tratado de actuar así en mi profesión de empresario y, además de obtener la satisfacción de estar contribuyendo al bien de mi comunidad, curiosamente he obtenido buenas ganancias (aunque nunca ha sido mi fin).

    1. Gracias, Gastón. Lo difícil es convencer a los empresarios (y a los teóricos) de la importancia de ese enfoque… y formular modelos de negocio inteligibles, atractivos y creativos.

Comments are closed.