Quién gana y quién pierde en la bolsa

Un buen amigo mío, Carlo Graziani, experto financiero en Suiza, me llamó la atención sobre una entrada suya en el blog Ticino Live (aquí, en italiano). El cuerpo de su entrada es una llamada de atención sobre la cotización de dos bancos suizos importantes, CS y UBS, gráficos incluidos. Ambas entidades muestra un formidable crecimiento de sus cotizaciones hasta el máximo al estallar la crisis financiera, una profunda y rápida caída, lógica, y… una no recuperación posterior. La cotización de ambos bancos es ahora similar a la de hace 20 años, a pesar de los esfuerzos hechos: reestructuraciones, despidos, drásticas reducciones de costes… y generosas remuneraciones a sus directivos.

Graziani se remite a un artículo de Raghuram Rajan, profesor en Chicago y ahora Gobernador del Banco Central de India, en que señala el aumento de la competencia en el mundo de la banca en las últimas décadas, y la reacción de los bancos, consistente en entrar en negocios próximos, con muchos más riesgos. «Probablemente, dice, seguiremos viendo reorganizaciones y despidos de empleados de los grandes bancos, pagos de bonus millonarios, de vez en cuando multas eormes por procedimientos incorrectos y algunas macropérdidas debidas a la asunción de riesgos no sostenibles».

Acabo con una historia que toma de un libro de Fred Schwed Jr., de hace casi seis décadas. Unos turistas visitan el distrito financiero de Nueva York, y acaban en la orilla del río Hudson, donde la guía les muestra los grandes yates de los banqueros y brokers. Un turista pregunta: ¿y dónde están los yates de los clientes? Respuesta: «Por supuesto, los clientes no pueden permitirse tener yates, cuando siguen diligentemente los consejos de sus banqueros o de sus brokers».  

8 thoughts on “Quién gana y quién pierde en la bolsa

  1. Es muy cierto que en la bolsa solo muy poca gente puede obtener grandes beneficios y de manera relativamente constante. Obviamente que hay casos en los que por obra de un «hada madrina» se logran cuantiosas ganancias pero esos casos son excepcionales. En la mayoría de los casos, al menos desde mi experiencia personal, abundan la personas que al carecer de conocimientos financieros invierte mucho más de lo que se pueden permitir y terminan en peores condiciones.
    Como profesional de las finanzas, me tocó tratar con gente que tenía cero conocimientos financieros y aún así quería invertir. El caso extremo fue una persona que estaba averiguando sobre créditos para obtener capital para invertir pero veía que las tasas eran bastante altas y me dijo que se había enterado de «algo que se llamaba» credito documenatario y que iba a ver si le concedían el crédito con solo presentar el documento de identidad.

  2. Así es. Lo mismo ocurre con el mercado de las materias primas que afecta tan en el día a día a nuestra economía. Sin ir más lejos, en la industria del turrón hay empresas que están dejando de hacer publicidad en los medios por el elevado precio de la almendra, azúcar, etc. Por ejemplo, la almendra marcona está casi por los 11 euros el kg, y la californiana, que antes rondaba los 3 €, está incluso más cara. A este paso, no sabemos quién se va a comer estas navidades el turrón de chocolate en casa. La competencia siempre ha sido buena porque nos activa, pero llega un momento en el que muchas industrias van a desaparecer, el día menos pensado.

  3. Yo personalmente conozco a mucha gente que invierte en bolsa de la misma manera que juega a la lotería. Hay veces que ganan un montón de dinero y se compran los mejores coches, mejores móviles y se van de vacaciones a todo lujo con los beneficios obtenidos. Pero de la misma manera también pierden grandes cantidades de dinero que luego no recuperan y que evidentemente no les interesa que se sepa. Tal y como ha dicho mi compañero, mantener la coherencia es vital y saber que si se juega a la lotería con la bolsa, es muy probable que se pierda más de lo que se gane.

  4. Yo la bolsa siempre la he visto como una especie de casino donde siempre ganan los mismos. Quizás sea que en este aspecto soy un ignorante, pero jamás me atrevería a invertir ahí (por no hablar de que algunos negocios son poco éticos).

  5. No solo donde estan los yates de sus clientes, sino donde estan sus casas, sus fondos de inversiones, sus empleos, el dinero para enviar los chicos a las universidad. Profesor, he dado casualmente con este blog y me ha interesado su tema. Me tendrá por acá mas a menudo. Saludos

  6. Me permito presentar un pequeño comentario sobre la coherencia:
    Estoy totalmente de acuerdo acerca de su importancia. Hace algunas décadas cuando todavía vivía en Iberoamérica, formulamos un dicho bastante contundente sobre la coherencia que me gustaría citar y que por las iniciales de sus tres palabras llamamos «el principio CCC», aquí está:
    COHERENCIA CREA CREDIBILIDAD
    Sin coherencia no hay credibilidad, y sin credibilidad qué nos queda?

  7. La coherencia económica es una magnitud (la mano invisible) que evita caer en las «crisis» y engaños del ciclo económico cuando no se la considera (a la coherencia). De allí las caídas bruscas, profundas y rápidas cuando no se tiene esta herramienta tan útil y conocida en otros sistemas humanos cuantitativos. La coherencia previene lo que puede ser y lo que no puede ser evitando el excesivo optimismo tanto como el pesimismo exagerado. Fue un éxito la presentación de mi libro el jueves pasado, gracias al seguimiento continuo que le hago a su blog. Y gracias a usted, profesor.

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