La memoria, la verdad y la convivencia

Leí hace días una entrevista a Tzvetan Todorov, filósofo búlgaro, publicada en Letras Libres, sobre el tema de la memoria: no desde el punto de vista psicológico, o biológico, sino eso, la memoria del pasado, sobre todo la memoria de los pueblos. Un tema que a todos nos interesa, y más en España, donde el asunto de la «memoria histórica» trae cola. Selecciono algunas ideas sueltas:

  • No se debe usar la memoria del pasado para hacer reivindicaciones. «Existe un deber de verdad o un deber de justicia, y la memoria es buena cuando sirve a esos deberes. No es buena cuando sirve a la venganza, la agresión, la violencia».
  • «La memoria está hecha de la conservación y eliminación del pasado (…) La memoria es el pasado filtrado y reconstruido». Lo tengo bastante claro, porque ya me falla mucho la memoria; hay cosas que creo que recuerdo, pero que probablemente son una mezcla de invención, recuerdo y tergiversación. Hago esta confesión para recordar a todos que no debemos ser dogmáticos con la memoria.
  • No conviene utilizar nuestra propia memoria para defender nuestro pueblo o nuestra personalidad. «Conviene desconfiar de los usos de la memoria que nos van bien, personal o colectivamente, porque en realidad todo pueblo, como todo individuo, tiene en su historia páginas negras y páginas gloriosas (…) Pero hay una gran tentación de atribuirse un papel positivo en el pasado «. Es muy difícil actuar de esta manera, claro, porque la tendencia a autoequivocarnos y convertirnos en héroes es muy grande. Supongo que hay antídotos para esto. Uno es hablar mucho con otros, sobre todo con los que nos pueden llevar al contraria. Otro es leer a los que no piensan como nosotros, pero leer de verdad, no para arremeter contra ellos desde un principio. «Hay que aspirar a una historia que escape al maniqueísmo e intente arrojar una mirada crítica y lúcida sobre el pasado (…) Si hay alguna lección que la historia debería enseñar es que todo el bien o todo el mal nunca están del mismo lado».
  • Sobre la historia de la guerra civil: «Hay que decir lo que pasó, y decirlo públicamente (…) Pero procesar a individuos no tiene sentido».
  • «No hay que someter la verdad al voto. La verdad es más fuerte que un voto (…) no utilizar la ley par regir la memoria».

Estamos en una sociedad que se ha olvidado de la verdad, tanto de la verdad de hoy como de la del pasado. Ya lo decía Marx: lo importante no es explicar lo que pasa, sino cambiarlo. O sea, la verdad no cuenta. Pero, claro, si edificas algo sobre la mentira… ¿aguantará mucho tiempo? La experiencia soviética puede ser útil: al final, una sociedad montada sobre la mentira no se aguanta. Pero, claro, hay intereses creados que mantienen la mentira… Tenía razón Jesucristo: «la verdad os hará libres». Hay que confiar en la verdad. Siempre. No por razones prácticas u oportunistas, sino porque es la verdad.

4 thoughts on “La memoria, la verdad y la convivencia

  1. Me recuerdan a una frase que dice «Aquellos que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo», aunque en ocasiones se repiten las historias (políticamente hablando) no por que no recordamos el pasado o no sabemos lo que sucederá, si no porque no hacemos ninguna acción para que evitar que se repita.

  2. «No se debe usar la memoria del pasado para hacer reivindicaciones». Sabia afirmación, deberían tomarla en consideración y practica muchos politicos, especialmente los de latinoamerica. Felicitaciones por el articulo.
    Atentamente

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