La desgracia de ser rico (I)

Una noticia que recogía hace unos días la agencia Reuters decía que el número de millonarios había aumentado un 8% el año pasado, que eran ya unos 16,5 millones de personas (no sé si solo el titular o si incluye a su familia) y que habían alcanzado los 63,5 billones (españoles, trillones anglosajones) de dólares. Pero no quiero tratar aquí de esta noticia, sino de un artículo de Simon Kuper en el Financial Times del 6 de septiembre, que era una recensión del libro de Rachel Sherman Uneasy Street, en el que la autora hace entrevistas a muchos ricos de todo el mundo (no he leído el libro, solo la reseña). Hay cosas que me llaman la atención, sobre todo la opinión de un rico que se recoge al comienzo del artículo del FT: «Nadie se la merece [la riqueza]. No. ¡Oh, Dios mío! ¿Me estás tomando el pelo?». De ahí el título que he dado a esta entrada: ser rico debe ser una desgracia.

  • A muchos ricos les molesta ser reconocidos como ricos (no debe molestarles serlo, porque debe ser bastante fácil «perder» unos cuantos millones de dólares, aunque, la verdad, mi experiencia no pasa del extravío de alguna moneda de un euro).
  • Por tanto, algunos lo ocultan; por ejemplo, procuran que sus casas no parezcan algo suntuoso. A menudo, les avergüenza aparecer como ricos ante sus parientes o amigos no tan ricos.
  • Otros tratan de aparentar lo que son, es decir, vivir como sus pares, y consideran legítimo hacer lo que hacen los demás, aunque sea objetivamente extravagante.
  • Suelen dar dinero, a veces mucho, pero siempre menos del que podría poner en peligro su nivel de vida.
  • Algunos se sienten culpables, pero es una culpabilidad más sociológica que moral, porque consideran que ser rico en general es inmoral, o quizás que su riqueza es inmoral. Otros muchos, no. En parte, depende del barrio en que viven: si están rodeados de ricos, les parece más natural que si ellos son la excepción.

El argumento moral no es el núcleo del libro, ni de la reseña, pero es el que me interesó más. El tratamiento ético de la riqueza, al menos en la reseña, se limita a lo que los ricos piensan: ¿Es ético ser rico? ¿Me he ganado honradamente mi patrimonio? ¿Es ético el sistema económico que me ha permitido tener esa riqueza?  ¿Es ético el uso que hago de mi riqueza? En el artículo no hay argumentos teóricos o doctrinales.

El tema moral tiene, me parece, varias vertientes. La primera es el origen de la riqueza: ¿es fruto de negocios limpios? Y si es heredada, ¿fueron limpios los negocios de tus antepasados? Le pido al lector que no me haga ir mucho más lejos, porque el análisis de estas cuestiones no puede quedarse en los principios generales. Una cosa es que tú falsificaste el testamento de tu tía rica para quedarte con todo y desheredar a tu hermano, que se ha quedado en la miseria, y otra es que sospechas que tu tatarabuelo debió vender algún barco de esclavos hace siglo y medio… Pero en todo caso, aquí hay un deber de reparar, primero a los perjudicados, si los conoces, y luego a la sociedad en general (pero esto pertenece más al apartado del uso que haces ahora de tu riqueza que al de su origen).

Algunos de los encuestados reducen la moralidad del origen al esfuerzo: si me ha costado esfuerzo, si me la he trabajado, tengo derecho a ella, es mía. Lo del esfuerzo debe tener algo que ver con la ética protestante, pero deja fuera otras muchas cuestiones importantes: si montar un negocio de prostitución y trata de mujeres me ha costado mucho esfuerzo, si gestionarlo me lleva muchas horas y llego a la noche cansado… ¿quiere decir que esa riqueza me la he ganado limpiamente? ¡Anda ya!

Una variante de esto es la inmoralidad del sistema económico: si, como dicen los marxistas, la propiedad privada es un robo, tu riqueza es un robo. De todos modos, hay argumentos bastante sólidos que muestran que lo del robo de la propiedad privada es un argumento ideológico o político, más que moral.

En todo caso, lo más jugoso del argumento moral está en el uso de la riqueza. Pero de esto me ocuparé otro día.

4 thoughts on “La desgracia de ser rico (I)

  1. Por algo dicen que no todo lo que brilla es oro. Mucha gente cree que la felicidad esta en el dinero, trabajan toda su vida para cosechar riquezas y cuando menos piensan ya estan viejos llenos de dinero y con una vida desperdiciada

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