Empresas justas, empresas virtuosas

Según Seligman y Peterson, la virtud de la justicia hace referencia al civismo, la equidad y el liderazgo, como explica la investigadora Lucía Ceja en este artículo. Siguiendo la propuesta de estos autores, la responsabilidad social, la lealtad y el trabajo en equipo se enmarcarían en la virtud de la justicia. Si trasladamos estos conceptos a la empresa familiar, podríamos decir que este tipo de empresas se caracteriza por su justicia. Veámoslo.

Las empresas familiares destacan por estar comprometidas con la comunidad en la que operan. Es habitual que se establezcan fuertes lazos entre la empresa familiar y las personas que forman parte de la comunidad. En muchos casos, el negocio familiar se establece en la localidad de origen de su fundador, aunque no sea la mejor ubicación desde un punto de vista comercial, y esto contribuye a promover la actividad económica en lugares alejados de los principales centros económicos.

Sin duda, se trata de una importante aportación de las empresas familiares al desarrollo social, aunque no es la única. Los empresarios familiares suelen tener en cuenta el impacto que tendrán sus decisiones en la comunidad de la que forman parte, otra muestra del compromiso que adquieren con el territorio. El caso de la empresa familiar Ashley Furniture, ubicada en una población de 3.000 habitantes del estado de Wisconsin, es un buen ejemplo de ello.

Por otra parte, la empresa familiar también está fuertemente comprometida con sus empleados. Según los resultados del estudio “Los valores y la comunicación en la empresa familiar”, el hecho de formar parte de un negocio familiar fortalece la relación de los trabajadores con la empresa, porque se crean vínculos emocionales que no existen en otro tipo de compañías.

Además, las empresas familiares ofrecen a los empleados un proyecto profesional con proyección a largo plazo y son un contexto propicio para lograr el bienestar, porque en estas empresas se valoran especialmente el esfuerzo y la dedicación. Como explica Lucía Ceja en el artículo «La empresa familiar: un contexto idóneo para el estudio del bienestar organizacional», las familias empresarias son un territorio fértil donde se puede construir y alimentar una cultura que promueva un ambiente de trabajo positivo.

A lo largo de las últimas cuatro semanas, hemos visto que las empresas familiares  pueden reunir las cuatro virtudes cardinales: prudencia, fortaleza, templanza y justicia. En 2004, la Cátedra de Empresa Familiar del IESE publicó el documento de investigación «Características de las empresas familiares exitosas», en el que se mencionaban las cinco virtudes fundamentales que compartían los miembros de las familias empresarias de éxito: la excelencia, el trabajo, la iniciativa, la simplicidad y la austeridad. Si nos esforzamos en la práctica de las virtudes entendidas como hábitos operativos buenos, no hay duda de que ello redundará en el buen funcionamiento de este tipo de empresas y a su pervivencia a lo largo de las generaciones.

¿Añadiríais a este listado alguna otra virtud que consideréis que es imprescindible para el éxito de la empresa familiar?

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One thought on “Empresas justas, empresas virtuosas

  1. Yo estoy trabajando ahora en una empresa familiar y durante años he trabajado para multinacionales aseguradoras y sin lugar a dudas me quedo con la familiar por ser más dinamica, te implican más en la toma de decisiones, innovadora y tienen masa gris. No van a lo loco y disparando a todo lo que pasa por delante. Somos un comparador de seguros verticales emplazados con un look an feel distinto entre ellos, son seguros de decesos, seguro medico para perros, seguros para drones.

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