Diversidad cultural y ética universal en un mundo global

OLYMPUS DIGITAL CAMERAEl Journal of Business Ethics acaba de publicar un número especial, con una colección de trabajos (ver resúmenes aquí), que he tenido el gusto de coeditar con mi colega Carlos Sánchez-Runde. Giran entorno a un tema relevante en muchas empresas que tienen que afrontar la diversidad cultural. La cuestión se presenta especialmente viva en las empresas que operan en un entorno global.

En el ámbito ético aparece la cuestión de si aplicar principios y normas universales o acudir a normas y costumbre locales o procedentes de la diversidad cultural. Este tema reviste bastante complejidad y en este número monográfico es considerado desde diversas perspectivas en los nueve trabajos que lo integran. Me parecen especialmente sugerentes algunas ideas que aparecen en estos trabajos y que pueden proporcionar elementos de reflexión para la dirección de empresas. Las resumo a continuación:

  • Hay indudables diferencias en la evaluación ética de ciertos temas entre culturas, pero hay también mucho en común.
  • Muchas divergencias surgen no tanto de valores básicos tomados como fundamento sino de creencias, tradiciones o costumbres introducidas al elaborar criterios y juicios morales a partir de estos valores básicos.
  • Las religiones, tradicionalmente, han proporcionados valores, normas y criterios para los negocios. No se puede afirmar que, en el fondo todas las religiones son iguales, ya que revisten grandes diferencias tanto en su origen como en sus contenidos, pero es cierto que tienen muchos valores comunes que denotan la existencia de valores humanos universalmente reconocidos.
  • El refrán “adonde fueres haz lo que vieres” puede servir si se trata de algo éticamente bueno o indiferente, pero la aceptación de este refrán como criterio moral denota amoralidad, relativismo moral o falta de valoración de la propia conciencia. Sería mejor decir: “dónde quiera que fueres valora lo que hagan los mejores
  • Hay normas éticas como la regla de oro (ponerse en lugar del otro) y el respeto a la dignidad humana que pueden considerarse criterios éticos transculturales y que permiten evaluar normas y costumbres particulares.
  • La diversidad cultural debe ser reconocida y evaluada con discernimiento. De ella pueden obtenerse criterios de actuación para un determinado contexto en la medida en que sean conforme con criterios éticos transculturales.
  • Hay teorías éticas que proponen principios racionales universales que chocan con la diversidad. A menudo son teorías incompletas o erróneas, ya sea por fijarse sólo en rígidos deberes sin considerar circunstancias ni consecuencias (deontologismo) o por basarse sólo en las consecuencias sin más valoración que su satisfacción o utilidad y despreciando la moralidad de la acción y la intención (consecuencialismo o utilitarismo).
  • Las anteriores teorías éticas, al igual que otras más o menos convencionales, fallan también al no considerar la responsabilidad en la promoción del desarrollo de las personas y de los pueblos.
  • La teoría de la Ley Moral Natural considera valores humanos fundamentales y principios muy generales que han de ser aplicados a cada situación, considerando la diversidad, con sabiduría práctica. Incluye, además, el papel de las virtudes en el comportamiento moral. Debería ser potenciada.
  • Los derechos humanos, debidamente fundamentados, siguen siendo un criterio universal a considerar por las empresas.