Volviendo de Oporto donde impartí ayer una sesión para Alumni del AESE [1] y antes de salir hacia Pamplona para participar en el XXV aniversario de la Fundación Empresa Universidad de Navarra [2], querría compartir con vosotros el evento del que disfruté hace unas semanas y lo que aprendí en el mismo.
El 25 de octubre celebramos el homenaje internacional al cardiólogo catalán Dr. Valentín Fuster. Desde la Fundación Independiente [3] le dimos el título de “Español Universal” (el año pasado se lo otorgamos a Rafa Nadal).
Doctor en Medicina por la Universidad de Barcelona, trabajó en Escocia, en la clínica Mayo y en la escuela de Harvard. Actualmente es el director general del CNIC (Centro de Investigación cardiovascular) en Madrid y trabaja en el Hospital Mount Sinai de Nueva York. Se levanta a las 4 de la mañana, y a las 5 está en su despacho, el jueves sale hacia España y tras el fin de semana vuelve a Nueva York.
Lo presentó Margarita de Salas (“Española Universal 2000”) recordando la frase de Ortega: “Sólo vive de verdad el que coincide con su propia vocación, el que se vive a sí mismo frente a los múltiples seres que puede ser”.
Valentín Fuster inició la exposición diciendo: “Lo que nos pasa es que no sabemos lo que nos pasa, y eso es lo que nos pasa, que no sabemos”. Nos recordó que “el infarto de miocardio es la principal causa de mortalidad y que las implicaciones económicas de la epidemia de patologías cardiovasculares pueden llegar a ser insostenibles… El 50% de la población mundial es menor de 27 años, ése es nuestro futuro. Las enfermedades cardiovasculares aumentarán en los próximos años por culpa de problemas como la obesidad». Con este fin nos presentó el manifiesto “Infancia y juventud: las dos etapas oportunas para promover la salud y la investigación cardiovascular”, que pretende dar solución a estas patologías. Él mismo dedica parte de su tiempo a dar clase en colegios para concienciar a los niños.
Resultados preliminares de observaciones científicas:
• Prevención = promoción de la salud
• Las intervenciones en niños reducen su obesidad y mejoran su calidad de vida. Si se actúa en edades tempranas se modela su conducta como adultos (mayor conciencia de la importancia de la salud)
• Despierta el interés de los jóvenes por la investigación
• La juventud es la ventana de oportunidad para que escuchen
Acabó diciendo: “España tiene un potencial extraordinario”. “La situación es clara, está enfocada y aparece el mecenazgo espontáneamente, debemos apasionarnos por la verdad y por la juventud que será quién forjará nuestra sociedad”.