Diálogo de bebés

En el vientre de una mujer embarazada estaban dos hermanitos conversando cuando una le preguntó al otro:

– ¿Crees en la vida después del nacimiento?…

La respuesta fue inmediata:

– Claro que sí. Algo tiene que haber después del nacimiento. Tal vez estemos aquí porque precisamos prepararnos para lo que seremos más tarde.

– Bobadas, ¡no hay vida después del nacimiento! ¿Cómo sería esa vida?…

– No lo sé exactamente, pero ciertamente habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con nuestros propios pies y comamos con la boca…

– ¡Eso es un absurdo! Caminar es imposible. ¿Y comer con la boca? Es totalmente ridículo! El cordón umbilical es lo que nos alimenta.  La vida después delnacimiento es una hipótesis excluida, el cordón umbilical es muy corto.

– En verdad, creo que ciertamente habrá algo. Tal vez sea bastante diferente a lo que estamos habituados a tener aquí.

– Pero nadie vino de allá, nadie volvió después del nacimiento. El parto termina con la vida. Vida que es nada más que esta absoluta oscuridad.

– Bueno, yo no sé exactamente cómo será después del nacimiento, pero, con certeza, veremos a mamá y ella cuidará de nosotros.

-¿Mamá?… ¿Tú crees en mamá?… ¿Y dónde supuestamente estaría ella?..

– ¿Dónde?… ¡En todo alrededor nuestro! … a través de ella vivimos. Sin ella todo esto no existiría.

– ¡Yo no creo!  nunca vi ninguna mamá, lo que comprueba que mamá no existe.

– Bueno… es cierto que no la hemos visto nunca, pero, a veces, cuando estamos en silencio, puedes oírla cantando, o sientes cómo ella acaricia nuestro mundo.  ¿Sabes qué? Pienso que la vida real es la que nos espera y que ahora, estamos preparándonos para ella..

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4 Comentarios

  1. Lo he pasado a todos mis contactos, ¡muy bueno!

  2. Me encantó!!! es el verdadero ejemplo de nuestra razón de vivir con la mirada puesta en el cielo!!.

  3. Que interesante!
    Lo voy a compartir a todos mis contactos.

    Saludos

  4. Me parece un buen ejemplo de lo que hace el hombre al romper paradigmas. En este caso el conocimiento que mueve el escepticismo de uno de los bebes es algo muy normal en el ser humano, contrarrestado por la imaginación intuitiva (Verne tenía mucho de esto) de él otro. Muy buena la alegoría, felicitaciones.

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