El buen liderazgo requiere empatía

“Mi éxito depende del éxito de mis clientes. Esa es la esencia de los negocios”, asegura Satya Nadella, CEO de Microsoft, en esta entrevista publicada en IESE Insight. Añade que si una empresa tiene éxito es porque ha sido capaz de satisfacer las necesidades de los clientes. Pero ¿cómo se pueden conocer esas necesidades? Con grandes dosis de empatía, entendiendo la empatía como la capacidad de ponerse en la posición del otro.

¿Y cómo se cultiva la empatía? Según Nadella, es una habilidad que hay que trabajar toda la vida. “Hay que esforzarse continuamente y desarrollar un profundo sentido de empatía con quienes están alrededor. Es un viaje que no acaba nunca”.

Ser empático supone un esfuerzo por comprender lo que siente o piensa la otra persona. Esta capacidad de ponerse en el lugar del otro e identificarse con él es muy útil en la vida, tanto a nivel personal como profesional, porque facilita las relaciones interpersonales.

La empatía y la escucha activa son dos habilidades esenciales para mejorar la capacidad relacional de los miembros de la familia, como explica Lucía Ceja en este artículo, y contribuye a generar armonía. En el viaje hacia la empatía, es indispensable desarrollar primero el autoconocimiento. Si una persona no se conoce a sí misma, difícilmente se interesará por conocer al otro.

Por eso Nadella recomienda a los líderes empresariales que se esfuercen por ser empáticos, que trabajen para desarrollar esta habilidad, porque liderazgo y empatía van de la mano. No se puede ser un buen líder si se carece de empatía. Al fin y al cabo, el liderazgo va de personas y de relaciones.

Algunos os estaréis preguntando: ¿y que tiene que ver todo esto con la empresa familiar? Pues mucho, porque sin empatía es difícil conseguir la necesaria unidad y compromiso de la familia para que el proyecto tenga una auténtica proyección de largo plazo y la necesaria estabilidad para alcanzarlo.

Sin conocerse a uno mismo y tratar de comprender a los demás, su forma de ser, sus intereses, sus expectativas y sus tendencias conductuales será muy difícil que reine la necesaria paz en la familia propietaria.

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