Como seguramente sabéis, según The Economist los programas MBA del IESE son los mejores del mundo (Artículo Expansión [1]). Ante un ránking, siempre hay que preguntarse cuáles son los criterios utilizados para discriminar, porque no es lo mismo puntuar según el número de mujeres que hay en el claustro o en las aulas, que preguntar directamente a los «sufridores» participantes de los programas. Cuando se les pregunta a ellos directamente, el IESE siempre arrasa. Quizás también por alguno de los motivos que recoge Carlos Canals en su libro «Sabiduría Práctica», seleccionados por mi amigo Antonio Barros y que copio a continuación:
Un entorno de calma
Según el profesor Brian Leggett, algo que distingue al IESE de otras escuelas de dirección es “el agradable ambiente que reina entre profesores y empleados” y el esfuerzo que se pone en mantener bien cuidados las instalaciones y el jardín. En la Academia de Platón y en las universidades como Oxford y Cambridge originales, “los edificios se encontraban en jardines muy cuidados, diseñados para producir un entorno de calma, reflexión y orden que facilitase el libre flujo de ideas y el aprendizaje”, dice Leggett. Además, en el caso del IESE, “un campus bien cuidado contribuye a crear una atmósfera de bienvenida y hospitalidad. La escuela se convierte en un lugar al que la gente quiere venir. Comunica a quien atraviesa sus puertas que nos importa”.
En los campus de Madrid y Barcelona, el jardín no destaca por su extensión o su calidad, sino por el interés por tenerlo siempre cuidado. Se hace así desde el primer día, cuando el presupuesto era mínimo.
Conciliar familia y trabajo
Ayudar a las organizaciones a crear un ambiente familiarmente responsable es el leitmotiv del ICWF, Centro Internacional Trabajo y Familia. Creado en el año 2004 y dirigido por Nuria Chinchilla, es un centro multidisciplinar que tiene como misión generar información útil, práctica y fidedigna sobre cómo crear un contexto armónico entre trabajo y familia, aspecto “esencial para el bienestar de las sociedad, organizaciones e individuos”. Sus investigaciones se proponen servir de base para que empresas y administraciones públicas adopten políticas que permitan afrontar el reto de conciliar trabajo y familia, algo especialmente importante y difícil para las mujeres.
Valores humanos
“Lo que estos profesores nos han transmitido, aparte de su sabiduría y paciencia en clase, han sido valores humanos. Hemos conocido a individuos que se preocupan por los demás, por conocer las dificultades en que nos encontrábamos (…). Gracias, IESE, por habernos transmitido a través de tus profesores y de todos los profesionales que trabajan aquí, estos valores de dedicación por el trabajo, de compañerismo, de integridad (…) que llevaremos con nosotros en nuestras vidas profesionales y personales allá donde vayamos”. Luis Unceta (MBA’02)