En el final del papado de Benedicto XVI, recordamos su primera encíclica «Deus Caritas est» (aquí la tenéis toda) [1] para los que busquen el Amor de los amores en este día de San Valentín.
Benedicto XVI la explica en un artículo: [2]«El amor no es solamente un sentimiento, pertenecen a él también la voluntad y la inteligencia. Con su palabra, Dios se dirige a nuestra inteligencia, a nuestra voluntad y a nuestros sentimientos, de modo que podamos aprender a amarlo «con todo el corazón y con toda el alma». El amor, de hecho, no nos lo encontramos ya listo de repente, sino que madura; por así decirlo, nosotros podemos aprender lentamente a amar de modo que el amor comprometa todas nuestras fuerzas y nos abra el camino de una vida recta».
San Valentín fue un obispo del siglo III que casaba soldados en secreto en contra de la voluntad del emperador Claudio II, el cual prohibía las bodas de soldados para tenerlos a su servicio exclusivo. Era un Santo valiente pues el amor necesita de la valentía del compromiso (recordábamos en un pasado post a San cobardín [3] y en otro post el «compromiso» de la cohabitación). [4]
De la mano de Charles Chaplin, adjunto en este vídeo un mini-fragmento de la película «Tiempos modernos», (1936) que nos hace reflexionar sobre el valor de la actitud, del esfuerzo y de la ilusión, para que el amor crezca y se haga realidad. Bonita imagen del matrimonio: caminar juntos en esta vida a pesar de las dificultades.
¡¡Feliz San Valentín!!
Traducción del diálogo del vídeo:
Al Alba…
Ella:¿Por qué seguir intentándolo?
El: Alegra esa cara, anímate, ¡no te rindas jamás!
El: ¡Vamos! ¡Nos iremos juntos, nos irá bien!
[5]