Recordando algunas excursiones que hice en un curso de verano en Baviera, comparto estas preciosas imágenes del pueblo de Oberammergau, en el que no sólo se cuida la belleza dentro de las casas, sino también fuera de ellas, por medio de sus preciosos frescos en las fachadas llamados Lüfstmalerei.
En 1633, este pueblo sufrió una epidemia de peste e hicieron la promesa de que, si se liberaban de ella, se haría una escenificación con motivo de la pasión de Cristo, cada diez años. Esta tradición aún permanece, participando en ella más de 2.000 personas del pueblo.
Bellas tradiciones e historias de superación como éstas llenan nuestra Europa, ahora en crisis. Un pensamiento de optimismo me invade al rememorar la imponente herencia cultural europea.
Clickad aquí para ver la presentación del Pueblo de Oberammergau: ¡¡vale la pena!! [1]
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