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Por qué España debe volver al horario de invierno… y quedarse

A finales de agosto, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, anunció que esa misma semana propondría la eliminación de los cambios de horario verano-invierno, noticia muy bien recibida por la mayoría de europeos. Pero sí habrá cambio este 28 de octubre al horario de invierno, como informaba El Mundo en este artículo [1], porque lógicamente «las cosas de palacio van despacio…» (o las cosas de la Comisión, deberíamos decir…).

No perdamos de vista que quedarse en el horario de verano les interesa sobre todo a Alemania y a otros países de su huso horario, que no es el nuestro. Para nosotros, lo interesante es atrasar ahora el reloj, y posicionarnos en nuestro huso horario natural, el de Greenwich, y permanecer ahí para siempre, sin más cambios. Este es el primer paso necesario, tras el que vendrán los demás: cambios en la hora de comer y cenar, acostarse, salir de trabajar, etc. Ayer mismo, Juncker anunció que cada país elegirá qué horario quiere tener, como podéis leer en este artículo [2] de El Economista.

Llevamos años trabajando activamente por la racionalización de nuestros horarios, tanto desde ARHOE [3] (Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles), como desde el CARH [4] (Consejo Asesor para la Racionalización de los Horarios, adscrito a Presidencia de la Generalitat de Cataluña). En este blog hemos hablado a menudo del tema, como podéis leer aquí [5], por ejemplo. No cambiar ahora al horario de invierno, como propone Juncker, y quedarnos en el de verano, supondría un ahorro irrelevante. Lo que sí sería elevado es el coste para la salud (falta de sueño, descanso insuficiente). Como en España amanece una hora más tarde que en Alemania, en realidad lo que necesitaríamos en España es esa hora menos para situarnos donde nos corresponde (la hora de Gran Bretaña y Portugal, que es el horario de Greenwich)…y permanecer así cuando llegue la primavera, es decir: no volver al horario de verano en marzo.  Nos levantaríamos con sol -y no de noche como ahora- y seguiríamos mejor el ritmo circadiano. Volver a Greenwich es el mejor punto de arranque para posicionar horarios de colegios, de comida, anular la media-mañana, adelantar el prime time en la televisión, etc.

Si se aprueba la norma, esta no será de obligado cumplimiento -como hasta ahora, en que estamos legalmente obligados a cambiar la hora dos veces al año-. Cada país podrá adoptarla o no.

Os dejo con una entrevista [6] que me hicieron al final del verano en la COPE, podéis escucharla a partir del minuto 12.30.

Nuria Chinchilla es profesora de Dirección de Personas en las Organizaciones [7] en IESE Business School. [8]