La semana pasada FEBE, la Federación Española de Bebidas Espirituosas, que agrupa a la mayoría de empresas productoras y distribuidoras de bebidas espirituosas y productos derivados, firmó un acuerdo promovido por el Ministerio de Sanidad para luchar contra el consumo de alcohol en menores.
Hace un par de años publicamos en el IESE el Libro Blanco del Consumo Responsable de Alcohol en España, fruto de una investigación conjunta con Diageo. En ese libro blanco analizábamos las distintas pautas en el consumo de alcohol, algunos casos particulares -como el consumo entre menores- y presentábamos algunas propuestas de acción.
A uno siempre la alegra ver que las cosas que dice no se quedan sólo en palabras, y que algunas de las medidas que se proponen en el acuerdo ya las reflejábamos en el Libro Blanco.
Os copio aquí las diez medidas que se proponen, por si no queréis ir al link con las nota de prensa:
1. Evitar cualquier publicidad o promoción comercial que directamente relacione el consumo de
bebidas alcohólicas con el éxito social o sexual, con la mejora del rendimiento físico o que
expresamente induzca al consumo de alcohol por parte de menores de edad u ofrezca una
imagen negativa de la abstinencia o de la sobriedad, o subraye como cualidad positiva de una
bebida su contenido alcohólico.
2. Involucrar a los medios de comunicación, las redes sociales y especialmente a los medios
televisivos, en relación con la conveniencia de información de los perjuicios del consumo de
alcohol por menores de edad y la de establecer medidas de control para evitar que la publicidad
y promoción se dirija a los menores de edad, en los medios o espacios dirigidos a este público.
3. Dotar de recursos a las familias y a los entornos sociales del menor para incrementar la
percepción del riesgo asociado al consumo de alcohol por menores.
4. Estimular la autorregulación en esta materia entre los productores, los distribuidores y los
expendedores de bebidas alcohólicas.
5. Desarrollar campañas públicas de educación y prevención enfocadas a evitar el consumo de
alcohol por menores de edad, detectando los factores de riesgo y potenciando los factores de
protección.
6. Educar en hábitos de salud e informar adecuadamente, desde todos los sectores, con especial
incidencia por parte de las administraciones públicas sanitarias y educativas, desde edades
tempranas, sobre las consecuencias inherentes al consumo de alcohol en menores.
7. Diseñar junto a educadores sociales y agentes sociales programas de prevención del consumo
de alcohol en menores en el ámbito escolar.
8. Fomentar hábitos de vida saludables y la práctica del deporte, así como actividades creativas y
artísticas. Impulsar y publicitar la oferta pública de actividades de ocio para menores
(principalmente deportivas y culturales) alternativas al consumo de alcohol en el colectivo.
9. Cooperar entre todos los agentes implicados para promover la responsabilidad y prevenir las
prácticas ilícitas de comercialización a menores.
10. Diseñar estrategias y planes de trabajo con el objetivo de establecer el consumo cero de alcohol
entre menores de edad.
Es un ejemplo también de la acción conjunta de un sector, y no sólo de un sector, sino de varios agentes implicados (empresas, administraciones públicas y asociaciones civiles). A ver si se nota…