Un trader sincero

Las declaraciones de un trader de la City a la BBC están dando la vuelta al mundo.

No entiendo por qué la gente se ha sorprendido de lo que este trader dice. No dice nada que no supiéramos (vale… quizás esto de que el mundo lo gobierna Goldman Sachs es un poco fuerte… y yo diría que exagerado). Ya se sabe que los traders se dedican a negociar con dinero e intentan buscar la máxima rentabilidad. En ocasiones esta máxima rentabilidad la consiguen utilizando movimientos espculativos. Cuando el mercado está revuelto, las oportunidades especulativas aumentan; si además tienes dinero para meterte en estas operaciones, la posibilidad de que te entre un pez de buen tamaño es alta. Ya se sabe: «a mar revuelto…».

Recuerdo, en la época de la «exuberancia irracional», allá por el cambio de siglo, en otro reportaje de televisión, que le preguntaban a un «daily trader» si sabía a qué se dedicaban las empresas cuyas acciones compraba y vendía. Y el tipo decía que no tenía tiempo para esto: él se limitaba a comprar y vender según las cotizaciones que veía en la pantalla y a intentar llevarse un buen pellizco a casa cada día. Pues eso mismo es lo que dice el trader de estos días.

Quizás lo único malo es que se ha atrevido a decirlo ahora, en época de vacas flacas, donde presumir de ganar dinero está mal visto, y lo políticamente correcto es quejarse de lo mao e insolidario que es el sistema. Así que todo el escándalo que se ha generado es de esos que se llamarían «farisaicos»; vamos, por una cuestión de estética, más que de ética.

Voy a aclarar un punto: yo no digo que esté bien lo que este trader ha dicho que hace. Lo que digo es que me sorprende que haya quien se escandalice, cuando si estuviésemos en épocas de bonanza económica, estos mismos que ahora se escandalizan estarían obnubilados ante la astucia del experto financiero. Y a esa falta de coherencia la llamo yo «escándalo farisaico».