¡Viva la filantropía!

Una de las noticias de la semana ha sido el donativo de 20 millones de euros que Amancio Ortega, a través de la Fundación que lleva su nombre, ha hecho a Caritas, para los programas de atención social que esa entidad lleva a cabo en España, y que le valieron en 1999 el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.

No han faltado las voces críticas a tal decisión. Ya se sabe: hagas lo que hagas, siempre habrá quien piense mal y te critique. Esta es una máxima de la que es bueno ser consciente, para evitar sorpresas y disgustos.

Las críticas van en tres líneas. Una es que cómo puede alguien donar 20 millones, cuando por otra parte tiene denuncias de malas prácticas de sus empresas; y cómo puede alguien aceptar ese donativo, cuando este dinero se ha ganado con prácticas que pueden ir en contra de los derechos humanos más básicos. Menos caridad y más justicia, se concluye

A esos críticos habría que decirles, para empezar, que en este mundo no hay nadie –ni siquiera ellos- que pueda presumir de haberlo hecho todo bien en la vida. Así que, si una mala acción deslegitima cualquier acción buena, aquí no hay quien se salve. Por eso es bueno separar las cosas y no mezclar. De lo que aquí se trata es de valorar un donativo de una cantidad significativa de dinero hecha por un personaje conocido, y lo que esto supone tanto para quienes se van a beneficiar de este donativo, como por el ejemplo que puede darse a otros que pueden también actuar de forma parecida.

Además, suponer que ese dinero procede de prácticas inmorales es un juicio temerario que antes de formularse debería ser convenientemente justificado. Qué fácil es calumniar, sobre todo cuando calumniar es gratis, y encima la prueba de la “no-culpa” queda en el lado del calumniado.

La otra crítica es la de que ese donativo va a reportarle una serie de ventajas fiscales a quien lo hace, de forma que incluso puede acabar saliéndole gratis. ¿Y qué?, ¿cuál es el problema? Aquí estamos acostumbrados a que los ciudadanos pensamos que ya cumplimos nuestra obligación con la sociedad pagando nuestros impuestos, mientras que corresponde al Estado gestionar todas las necesidades sociales. En otras formas de entender la dinámica social, se permite –e incluso se fomenta- que sea la iniciativa privada (iniciativa social) la que actúe directamente en la solución de las necesidades sociales sin pasar por el Estado. Una forma de promocionarlo es precisamente aumentando los incentivos fiscales para quienes contribuyen con su dinero a esas iniciativas sociales. Los que de verdad creemos que la iniciativa privada no es egoísta sino que tiene un interés real en contribuir al bien común de la sociedad, lo que queremos precisamente es que los incentivos fiscales a favor de acciones filantrópicas de este tipo sean incluso mayores de las que son, de forma que se fomente este tipo de prácticas. ¡Viva la libertad!

Una tercera fuente de crítica es que no se trata de “dar pescado sino de enseñar a pescar”, y que este dinero estaría mejor empleado si se invirtiese en planes de formación en vez de labores asistenciales. Esta gente, ¿saben en qué mundo vivimos? Con la que está cayendo, cuando hay gente que está pasando verdadera hambre, ¿alguien en su sano juicio puede criticar que se destinen recursos a solventar las necesidades más básicas de las personas? ¡Qué fácil es vivir en las teorías! Además, si uno mira los proyectos de la Fundación podrá ver que se hacen muchas otras cosas. Pero a veces –y esta es una de esas veces- lo que hay que hacer es “dar pescado” antes de que el futuro pescador se nos muera.

Así que mientras otros critican y –como el perro del hortelano– ni comen ni dejan comer, yo aplaudo la decisión del señor Ortega, y ojalá cunda el ejemplo.

7 thoughts on “¡Viva la filantropía!

  1. Estoy de acuerdo, Joan. Desde luego, mejor donar 20 millones que no donar nada. En este caso, no me posiciono con los críticos.

    Sin embargo, entiendo que se planteen dudas. Por supuesto que lo entiendo. No es cierto que no esté documentado que Inditex no respeta derechos básicos en algunos países. Te cito, entre otros:

    http://www.elmundo.es/elmundo/2012/01/14/galicia/1326541713.html

    Con todo, feliz donativo. Y veremos si algún día da explicaciones sobre lo demás. Que yo sepa, no han dicho ni mú.

    Termino con una web simpática:

    http://donamasquedonamancio.org

  2. Magnífico análisis. Que aquellos que se sienten mejores, lo demuestren a través de la acción y no de las críticas. «Ladran Sancho…»

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