Leo en el Financial Times de hoy la noticia de que el terremoto de hace unos días en China ha provocado tal oleada de voluntarios que se han acercado a la zona afectada para ayudar que las autoridades han tenido que decirles a algunos que se vuelvan a sus casas.
En estos tiempos, en que nos quejamos tanto de una sociedad con falta de valores, situaciones como ésta son, al menos, reconfortantes. Esta reacción ante el dolor ajeno tiene sus raíces en lo que se llama “la regla de oro” de la ética, y que, con formulaciones variadas, está presente en todas las culturas: “trata a los demás como te gustaría que te tratasen”. Así como nos gustaría que ante una situación difícil los demás nos ayudasen, también el corazón nos mueve a ayudar a los demás que sufren. El valor de la solidaridad es un valor claramente al alza.
En el entorno de las organizaciones una forma de encauzar este sentido solidario es a través del voluntariado corporativo. Cada vez hay más empresas que se apuntan a estas actividades, porque son un modo fácil de trabajar en temas de responsabilidad corporativa, y que además tienen un “retorno” bastante inmediato: una implicación de los empleados, con un impacto positivo en su motivación y en su sentido de pertenencia; y un impacto en la sociedad a través de las actividades con las que se colabora.
Leía también hoy un comentario sobre el voluntariado en el que el autor reflexiona sobre la necesidad de adaptarse a las sensibilidades de las nuevas generaciones (los Milennial, o sea, los nacidos en las dos últimas décadas del siglo XX). Son un segmento de la población con un alto interés en el voluntariado, pero que no se conforman con dar algo de dinero o tiempo, sino que quieren estar más implicados en proyectos, ya sea durante un periodo más prolongado de tiempo o una mayor implicación en el diseño y en la implantación de los proyectos.
Como ocurre siempre en estas cuestiones, una vez se empieza se entra en una vía de no retorno. Por eso las empresas que se animan a hacer programas de voluntariado corporativo deben estar dispuestas a ir a más, porque es lo que sus empleados les van a pedir.
Gracias por este comentario y esta reflexión.
Los ‘Milennials’, con sus planes sociales más a largo plazo, tambien parecen in my tesis sobre impact investing. No sabia que era un termino ya utilisado en un contexto más amplio!
Gracias y saludos.
Tom