Solo las empresas nos pueden sacar de la crisis y solo los empresarios y directivos tienen la capacidad y la autoridad moral y profesional de hacer oír su voz sobre las medidas y reformas necesarias para crecer y crear empleo.
Ante la ineptitud de los políticos, evidente en toda Europa, los managers deben asumir el protagonismo y erigirse en activistas políticos. A través de las asociaciones de directivos y de empresarios, tienen que proponer y exigir a la clase política las medidas necesarias para que las empresas puedan desarrollar sus enormes capacidades. Seguro que hay decenas de medidas a adoptar, pero entre las más urgentes, facilitar la financiación a las miles de empresas que tienen producto y mercados para ser competitivas y acceder a los mercados exteriores.
Es preciso presionar también para que se aceleren las obras de infraestructuras absolutamente necesarias para la competitividad, como el corredor mediterráneo y la potenciación de los puertos.
España tiene líderes empresariales de prestigio reconocido, capaces de insuflar al sistema un paquete de medidas eficaces para el crecimiento y la creación de empleo. Estos líderes no pueden abdicar de su responsabilidad ante la sociedad y encabezar la «revolución de los managers«.