Ante la avalancha de noticias sobre comportamientos inmorales y la sensación de que aquí no se salva nadie, habría que preguntarse qué podemos hacer para cambiar las cosas.
Ante la avalancha de noticias sobre comportamientos inmorales y la sensación de que aquí no se salva nadie, habría que preguntarse qué podemos hacer para cambiar las cosas.
¿Quién nos iba a decir que los dos pilares de la civilización europea iban a acabar teniendo gobiernos nombrados a dedo en pleno siglo XXI? Grecia, la cuna de la democracia, e Italia, heredera del imperio romano, han visto, en una semana de diferencia, cómo sus respectivos primeros ministros eran impuestos por presiones que venían […]