LA PROPIEDAD,es decir, la posesión de un número de acciones suficiente como para ejercer el control de una empresa y el poder real de decisión dentro de una organización no siempre van a la par.Cuando hablamos de este tema , solemos guiarnos por dos estereotipos: primero, el puesto que se ve reflejado en el organigrama e indica el grado de poder dentro de una empresa, y segundo la idea de que la propiedad siempre tiene el poder y el control de la compañía.Estos razonamientos no siempre son ciertos.
El primer error es la confusión del tipo puesto-persona-poder. Sin lugar a duda, el puesto constituye una importante fuente de poder personal pero, cuando se entra en una empresa,, el primer contacto se establece con personas. Eso puede inducir al concepto conocido en psicología como «error de atribución», que consiste en dar mas importancia a la gente y a sus rasgos personales que al rango o puesto que realmente ocupan . Muchas veces atribuimos funciones de poder e influencia a las personas equivocadas , sea por su actitud ( empatía, competencia, etc) o simplemente porque el cargo que ostentan está situado en la parte superior del organigrama. ( en el IESE hay una Nota Técnica que se titula «Lo que no dicen los organigramas»).
Según mi experiencia, en muchos casos, los directivos tienen mas autoridad y poder de persuasión que los propietarios de la empresa.Sin embargo, la moneda siempre tiene dos caras:la primera, » el poder procede de los subordinados , no de los jefes. Lo confieren los seguidores con sus acciones más que los jefes con sus palabras «. Y la segunda, el poder real y decisorio siempre pertenece al dueño , considerado no sólo como un socio mayoritario ( una persona, una familia o un grupo de accionistas) , sino también como una entidad acreedora de la empresa ( bancos, Hacienda, proveedores o empleados).Esta última cuestión deriva hacia otro tipo de error que solemos cometer a la hora de atribuir el poder , es decir, relacionar la propiedad con el dueño y , por consiguiente, con el poder .Sin embargo, ser propietario de una empresa es un término relativo que no siempre responde a la realidad. Me refiero a la deuda.Cualquiera que sea el acreedor , SI NUESTRA DEUDA SUPERA LOS RECURSOS PROPIOS, ¡ LA COMPAÑÍA NO ES NUESTRA !