Publicado en Expansión el 06 de noviembre de 2008.
Es práctica habitual calcular el valor de mercado de una empresa multiplicando el número de acciones por el último precio bursátil (el del cierre de ayer). Sin embargo esto no es propiamente el valor de mercado de la empresa, sino otro concepto denominando “capitalización bursátil”, que puede ser similar o no al valor de la empresa.
De total de acciones de una empresa, se suelen negociar a diario en bolsa un 1% ó 2%. El precio bursátil refleja las expectativas (junto a miedos, euforias, necesidades de liquidez, etc) de ese 1%-2% de los accionistas. El hecho de que un grupo de accionistas pequeño quiera vender a toda consta, por lo que sea, no puede afectar tan dramáticamente al valor de la empresa. No es lógico que el precio de un 2% de las acciones marque el valor de toda la compañía
¿Cuánto vale una empresa? Dos factores lo determinan. Por un lado los beneficios futuros que el accionista espera obtener a largo plazo (y largo plazo son 10 años como mínimo). Por otro lado, la rentabilidad que el accionista quiera obtener a su inversión. Por ejemplo, si espero obtener 10€ al año y quiero obtener una rentabilidad del 10%, yo pagaré 100€ por la acción. Otro accionista más averso al riesgo querrá obtener mayor rentabilidad (por ejemplo 12%) y por tanto sólo querrá pagar 83€.
Un error que –en mi opinión- se suele cometer es pensar que el escenario actual va a durar siempre. Por ejemplo, si los beneficios han bajado de 10€ a 5€, porque estamos en crisis, esos van a ser los beneficios de los próximos 10 años y por tanto la acción debe valer 50€ en lugar de 100€. Creo que es un error. Hoy los beneficios pueden haber bajado, pero las crisis no duran eternamente, y tarde o temprano (si la empresa es buena, y esto es la clave) los beneficios se recuperarán. En definitiva, dos años malos no deberían alterar mucho el valor de la acción, pues son sólo dos años dentro de una expectativa de beneficios de 10-15 años.
Mi conclusión. Creo que los mercados se fijan demasiado en los beneficios de este año, incluso de este trimestre y fijan el precio en función de este resultado, en lugar de mirar a lo que se espera de la empresa en los próximos 10 años. Esto, entre otras cosas, explica porqué la bolsa sube y baja mucho, a pesar de que los beneficios empresariales sean más estables.