Publicado en Expansión el 06 de mayo de 2009.
En los próximos artículos me referiré a la crisis económica, con el intento de identificar los factores principales que nos pueden sacar de ella o por lo menos entenderla. No hablaré de la crisis financiera, la que afecta al sistema financiero (bancos, cajas, aseguradoras, etc) sobre todo en Estados Unidos y en menor medida en España. Crisis económica es la que afecta a casi todos o muchos sectores productivos, mientras que la crisis financiera afecta sólo al sistema financiero, aunque acaba repercutiendo en el resto de la economía.
Empezamos por la definición de crisis. Se dice que un país entra en crisis cuando durante dos trimestres consecutivos su crecimiento económico es negativo. El crecimiento económico se mide por el PIB o producto interior bruto. El PIB es a un país lo que el salario es a un individuo: es lo que el país gana a lo largo de un año. En el caso de España fue de 1.095 mm€ (miles de millones de euros) en el 2008.
El PIB lo calcula trimestralmente el INE (instituto nacional de estadística) de varios modos. Según uno de ellos (el de la demanda), el PIB es la suma del Consumo + Inversión + Gasto Público + (Exportaciones – Importaciones). Veamos cada uno de estos elementos de modo breve.
– Consumo. Es lo que consumen todos los españoles y son unos 625 mm€ o un 57% del PIB. Es el principal factor del PIB y varía poco de año a año.
– Gasto público. Es lo que gasta el sector público y son unos 210 mm€ o casi un 20% del PIB.
– Inversión: incluye construcción (vivienda, oficinas y obra pública) y bienes de equipo. Supone unos 320 mm€ o casi un 30% del PIB. Varía mucho de un año a otro en función del ciclo económico. Debido a que el Consumo es muy estable, el principal factor que hace variar el PIB es la inversión.
– Saldo de la balanza de pagos, es la suma de exportaciones menos importaciones. Como en España importamos más que exportamos el saldo es negativo de unos 65 mm€ o un 6% del PIB.
¿Qué podemos hacer para salir de la crisis? Pues no hay más remedio que actuar sobre alguno (o sobre todos) los componentes del PIB, son sólo cuatro. O se incentiva el consumo, o se facilita la inversión o el estado gasta más o importamos menos. El problema es que casi todas las medidas que se pueden tomar para conseguir estos objetivos tienen efectos positivos, pero también negativos. Lo veremos en siguientes artículos.
Eduardo Martínez Abascal es Profesor Ordinario del IESE en el área de Dirección Financiera.