Publicado en Expansión el 23 de diciembre de 2009.
Avanza con fuerza lo políticamente correcto a la hora de hablar de la Navidad. La moda proviene de USA y consiste en sustituir el “Feliz Navidad” (Merry Christmas) por el políticamente correcto ·”Season’s greetings”, (literalmente feliz estación…!!!), que aquí sería algo así como feliz vacación, feliz fiesta…o similar. Primero fueron las multinacionales las que adoptaron esta denominación, pero ahora nuestros ayuntamientos también se apuntan al carro.
En teoría se evita la denominación Navidad, para no molestar a los que no sean de cultura cristiana. Pero, ¿por qué se iban a molestar? Si yo estoy en Marruecos me parecerá lo más normal del mundo que se celebre el final del Ramadán, fiesta también con gran contenido familiar. Si estoy en Israel, o en zona de cultura judía, celebraré el Hanuka, que cae próximo a la Navidad (este año el 12 Dic) y también hay muchas luces en la calle y ambiente alegre y familiar. En fin, que hay que disfrutar con las celebraciones de los demás, o por lo menos no sentirse ofendido, siempre que éstas (como es el caso) no sean ofensivas para otros grupos. ¿Alguien me puede explicar por qué el mencionar la Navidad puede ser ofensivo para otra persona?
Creo que es muy bueno mantener los valores de nuestra cultura judeo-cristiana, pues son el fundamento moral de nuestra sociedad actual. Y, aunque con contratiempos, no nos ha ido tan mal. De hecho, el 95% de los países más democráticos, en los que más se respeta los derechos humanos, los derechos de la mujer, de las minorías, y también –en promedio- los más desarrollados económicamente, son de cultura cristiana (repasen la lista de 160 países del mundo y verán que es así).
Pues bien, convienen mantener los signos de esa cultura, pues con los signos también se transmiten los valores. Piensen por ejemplo en la escena del Nacimiento, los belenes que siempre hemos puesto en casa. ¿Cuántas cosas no hemos aprendido alrededor del Belén? Para muchos de nosotros el primer acercamiento “no violento” a los animales, era poner con cariño la vaca, el burro y las ovejas en el belén. Porque el resto del día nos dedicábamos a matar bichos. Por no hablar del ambiente de familia, de sobriedad, de servicio, en torno al belén. En fin, que se aprende mucho con los signos.
Me temo (ojalá esté equivocado), que lo que se pretende no es evitar molestias a los de cultura no cristiana, sino simplemente eliminar cualquier signo cristiano de la sociedad. Me parece un grave error. Pero como el mundo es libre, me permito felicitarles con un ¡Feliz Navidad!.