Publicado en Expansión el 08 de diciembre de 2010.
Llevamos varias semanas agitados por la prima de riesgo y el riesgo país. Intentaré explicar de qué va el tema. Se llama prima de riesgo de España a la diferencia entre la rentabilidad del bono alemán a 10 años (por ej. 2,80%) y la del bono español a 10 años (por ej. 5,10%). En este caso la prima de riesgo o diferencia entre uno y otro es de un 2,3%, que en el argot se conoce como 230 puntos básicos.
Si los inversores piden más rentabilidad por prestar al gobierno español, quiere decir que perciben más riesgo: se fían menos o tienen más dudas. En este sentido se dice que la prima de riesgo es un indicador del riesgo país. Habitualmente estos dos términos se usan indistintamente.
En bonos (cuyos pagos, o cupones, están predefinidos) la única manera de obtener una mayor rentabilidad es pagar menos al comprar. Por eso, si el tipo de interés de un bono sube, su precio baja. La prima de riesgo se fija a diario, cada minuto, en el mercado secundario de deuda pública. En él, las instituciones financieras, venden y compran bonos. Estos inversores actúan a corto plazo y venden si creen que los próximos días van a traer noticias negativas, para recomprar después a un precio más barato. Por tanto la prima de riesgo refleja, no el estado de las finanzas públicas de España, sino las “expectativas” a muy “corto plazo”, que “algunos inversores” tienen sobre la finanzas públicas de España.
Veamos los datos. Los bonos emitidos por el gobierno español son unos 400 millardos. Cada día se negocian unos 15 millardos (promedio año 2010). En estos días de crisis se han negociado unos 3 millardos diarios. Por tanto menos de un 1% de los inversores podrían tener dudas (3/400). No podemos deducir que el total de la comunidad inversora tiene dudas sobre el gobierno de España, pues es sólo un 1% el que está vendiendo.
¿Hay que hacer caso omiso a los mercados? Negativo. Los mercados te dan una primera impresión de cómo te ven desde fuera. De persistir la mala imagen , puedes tener problemas para financiarte. Quizá no vas bien y hay que mejorar. Pero hay que mirar los datos, ver si son muchos los que venden o no. Por el hecho de que unos pocos vendan no quiere decir que todo va fatal. No olvidemos que los mercados también se equivocan y sufren sus pánicos y euforias.