Artículo publicado en Expansión el 20 de abril de 2011.
Bancos y Cajas en España tienen entre sus inversiones, una importante participación en el accionariado de empresas no financieras. Es lo que se conoce como “participaciones industriales”. En empresas cotizadas esto supone unos 34.000 millones de euros (o un 6% de la capitalización bursátil del IBEX).
Esta participación abarca sectores y empresas muy importantes en el país. Cito algunas de ellas, entre paréntesis el porcentaje de participación de bancos y cajas: Repsol (13%), Gas Natural (37%), Abertis (29%), Iberdrola (13%), Iberia (12%), Telefónica (13%) e Indra (25%).
Es sabido también que algunas Cajas atraviesan problemas financieros. Algunos analistas y prensa internacional han sugerido que tendrán que vender activos para generar caja. Uno de los posibles activos a vender son sus participaciones industriales. Pero si todas las Cajas vendieran estas participaciones, se producirían importantes cambios accionariales en algunas de las grandes empresas del país. El tema se ha suscitado en la prensa la semana pasada. Un corresponsal importante me ha preguntado sobre el asunto. He mirado los datos y aquí reflejo mis conclusiones.
Resulta que de los 34.000 millones de participaciones industriales, 22.000 (un 66%) están en manos de La Caixa, BBVA y Santander. No parece que estas entidades tengan unos problemas financieros tan importantes como para desprenderse de unas inversiones que hoy por hoy son rentables. Además son estas tres entidades las que tienen participación en empresas importantes como Repsol, Telefónica, Gas Natural, y Abertis. Las Cajas Vascas (BBK y Kutxa) tienen otros 3.400 millones o un 10%. Tampoco tienen problemas, y no es probable que vendan sus activos. Queda Bankia (Caja Madrid), que sí tiene problemas. Dudo que venda su participación del 6% en Iberdrola (2.000 M€) o del 15% en Mapfre (1.200 M€) o su 12% en Iberia (400 M€). Bankia gana dinero con ellas, aunque si hay extrema necesidad quizá lo haga.
Por último quedan el resto de Cajas, que tienen una participación industrial en múltiples empresas, valorada en 3.000 millones (un 9% del total de participaciones). Estas sí podrían vender, pero el dinero que obtienen es poco y el cambio accionarial que producirían sería pequeño.
Los bancos anglosajones acostumbran a invertir en empresas, como inversión a corto plazo, buscando plusvalía rápida. De ahí que las llamadas “participaciones industriales” sean vistas por ellos como de alto riesgo, pues la cotización puede subir y bajar mucho. Los bancos y cajas españoles invierten con vocación de permanencia, buscando una rentabilidad por dividendo y sobre todo, un negocio bancario vía préstamos y servicios bancarios con la empresa participada. Dudo que quieran renunciar a ello. Aunque todo puede pasar.