Artículo publicado en Expansión el 1 de junio de 2011.
Soy usuario habitual del vuelo Barcelona-Madrid, por cierto el corredor aéreo y terrestre más transitado del mundo (20.000 personas diarias entre ave y avión). Pues bien, desde hace casi dos meses, es frecuente que el capitán anuncie retraso debido a congestión aérea en Madrid. ¿Cómo es posible? El aeropuerto de Barajas tiene el doble de capacidad que hace 4 años y en ese tiempo el número de vuelos no ha aumentado prácticamente nada. Conclusión: volvemos a tener un problema con los controladores. En algunos vuelos el capitán de la nave lo ha anunciado con claridad y sin ambages.
El transporte aéreo es un tema hiper crítico en cualquier país. Pero en el caso de España mucho más. Somos el país del mundo que más turistas recibe por habitante (números gordos, 60 contra 45 millones). Pero además, en tiempos de crisis como la actual, el turismo es más clave todavía, pues es de los (¿pocos?) sectores que tiran.
El cuello de botella para el tráfico aéreo son los controladores. El servicio de control aéreo es, de facto, monopolio del Estado y hasta ahora el Ministro del ramo ha sido incapaz de solucionar un problema tan crítico como este.
No me extraña que el colectivo de controladores esté enfadado. ¿No lo estaría usted si le bajarán el sueldo un 30%? Lo que sí me extraña es que el Ministro de Fomento no haya resuelto el problema. ¿Tan difícil es?
Hace casi dos años el Sr. Ministro preparó el ambiente para hacer los ajustes necesarios. Pero luego no se hizo nada que de verdad resolviera el problema. En mi opinión todo el problema viene del régimen de monopolio que ostentan los controladores. ¿No se puede romper este monopolio? ¿No se pueden contratar controladores en otros países? ¿No se puede formar a nuevos controladores? ¿Cuánto tiempo lleva formar un controlador? Año y medio, máximo dos años… ha habido tiempo para hacerlo.
El problema es grave, casi crítico para el país. Afecta a pocas personas (unas 2.000). El Estado tiene el BOE y todos los poderes a su disposición para resolverlo. ¿Y me quiere decir usted que no son capaces de resolver este problema? ¿Qué todo un Estado no puede nada ante el monopolio de un colectivo profesional de 2.000 individuos? Incomprensible y francamente desanimante.