Qué duda cabe que la economía española genera una profunda desconfianza en los mercados (en los señores que nos prestan dinero). Esa desconfianza produce a la postre menos inversión, menos consumo interno y por tanto más crisis y más paro.
Las imágenes de los disturbios en Barcelona el 29M y en concreto las llamas (aunque fueran de unos contenderos), nos hace perder parte del crédito que se había conseguido en tres meses de reformas. De un plumazo España se pone a los ojos de los inversores, a la misma altura que Grecia (y que conste que pienso que en Grecia no están pegándose y quemando contenedores cada día). Pero el mundo de la comunicación es así. Un gestor de fondos, que ve esas imágenes se asusta y es lógico que dé la orden de vender bonos españoles, al menos mientras no se aclare el lío. Como consecuencia vuelven las turbulencias a los mercados y por ende a la economía. Aumenta, y mucho, la desconfianza.
El caso de Barcelona es peculiar. La vice alcaldesa de la ciudad se declaraba favorable a los anti sistema (mientras ella se lucraba del sistema). Su esposo, ministro del interior de la Generalitat, hacía la vista gorda con los okupas y anti sistema. Vaya es como el papá que le ríe las gracias al niño caprichoso y violento. De hecho Barcelona se ha convertido en el gran paraíso de estos grupúsculos marginales y violentos. No es de extrañar pues que sea en Barcelona donde se han producido más desmanes. Y resulta que lo que ocurre en Barcelona afecta a toda España y tiene repercusión en el mundo entero. ¡Qué irresponsabilidad tan grande la de estos gobernantes! Irresponsabilidad que ahora pagamos todos, unos con más horas de trabajo y más impuestos y otros porque no tienen trabajo.
Irresponsabilidad, en mucha menor medida, la del gobierno actual por no saber/poder prever estos acontecimientos, que se veían venir, pues los grupos anti sistema (o como se llamen) ya venían avisando desde hace tiempo. No debe ser tan difícil infiltrase en ellos y saber de antemano que van a hacer.
Qué irresponsabilidad la de algunos medios de comunicación, siempre dispuestos a airear la supuesta “violencia desproporcionada” de la policía, pero nunca para condenar la violencia de los que injustamente destrozan, queman e intimidan.
Señores gobernantes, los ciudadanos cada vez tenemos que trabajar más y mejor para conseguir vender y mantener la empresa y los puestos de trabajo. Es duro. Sería deseable que ustedes hicieran lo mismo: trabajar más y mejor, buscando resultados que faciliten la vida de las personas y no teniendo miedo a dos titulares críticos de prensa.