El caso Gowex ha ocupado buena parte de las noticias de las últimas semanas. Se ha confirmado que la empresa falseaba su contabilidad. Rectifico, su presidente, Jenaro García, falseaba la contabilidad. Las empresas de por sí no son responsables del actuar bueno o malo, son las personas las que actúan bien o mal. De ahí la importancia de tener directivos con altura moral.
Resulta que el auditor no había detectado nada raro, tampoco el mercado bursátil MAB en el que Gowex cotizaba. Y ahora todo son lamentos y recriminaciones… pero, intuyo, nadie hará nada. ¿Y por qué creo que nadie hará nada? Pues porque esto ya ha pasado otras muchas veces y no se ha hecho nada.
El caso más claro fue el de Enron en Estados Unidos. La que fuera en su día premiada por Fortune como la empresa más innovadora del mundo, la mejor en el sector de la energía según el Financial Times, y la estrella de la bolsa acabó colapsando en 2001, debido a contabilidad fraudulenta. Su valor en bolsa pasó de 60.000 millones a cero en unos meses. El auditor de Enron, Arthur Andersen, desapareció.
El núcleo del problema de casos como Gowex está en la falta de independencia de los auditores , ya que los incentivos no están alineados. Al auditor lo contrata y le paga la empresa para que revise sus cuentas o simplemente para que les dé marchamo de fiabilidad. Si el auditor detecta errores y da una opinión no favorable, la empresa dejará de contratarlo y el auditor habrá perdido un cliente –y dinero– debido a su buen hacer. Por el contrario, un auditor complaciente y chapucero siempre encontrará empresas clientes que quieren dar credibilidad a sus trampas contables.
¿Soluciones?
Una solución para evitar este problema es la que se adoptó en Estados Unidos: más requisitos contables, auditorías más complicadas, etc. Es la llamada Sarbanes-Oxley Act, que convierte la auditoría en una verdadera pesadilla burocrática para el auditor y para el auditado y que no ha servido para evitar el colapso del sistema financiero de Estados Unidos en el 2008, ni las subprimes, ni los CDS, etc. De hecho sólo ha servido para que las empresas se gasten más dinero en auditoría y los auditores ganen más.
Una posible solución, como me ha explicado en múltiple ocasiones mi amigo Carlos Ordax, podría ser la siguiente:
- El mercado bursátil en el que cotiza la empresa contrata los servicios de auditoría para todas las empresas de ese mercado.
- El cliente del auditor sería la bolsa, no la empresa auditada, y es la bolsa la que pagaría al auditor .
- La bolsa asignaría un auditor a cada empresa. De este modo se rompería esa relación que puede ser malévola entre empresa y auditor. El auditor hará su trabajo exhaustivamente porque su cliente, que es la bolsa, así se lo pide y es la bolsa la que paga.
- La bolsa puede luego cargar a cada empresa auditada el coste de la auditoría. Con esto se conseguiría que el auditor fuera realmente independiente, cosa que no ocurre en la actualidad.
Intuyo que esta propuesta no gustará a algunos auditores (ojalá me equivoque). Y, sin embargo, a ellos les ahorraría mucho conflicto de interés y muchas presiones, y la sociedad entera mejoraría la transparencia de la información financiera.
Mientras se lo piensan, deseo a todos los lectores unas felices vacaciones. Nos vemos a la vuelta, en septiembre. ¡Gracias por seguir el blog y por vuestros comentarios, que son muy enriquecedores!
Edición del artículo publicado en El Periódico el 23 de julio de 2014.
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Hola Eduardo.
Propongo un sistema alternativo de auditoría que aún gustará menos a las empresas auditoras.
Porqué no hacemos una Wiki auditoría?
Las cuentas no son públicas?… pues qué es lo que tememos?. Vamos a hacerlas públicas de verdad.
Las empresas cuelgan sus cuentas de forma digital en un formato establecido… y todos nosotros nos dedicamos a auditarlas; directivos, administradores, accionistas, sindicatos, trabajadores, proveedores, clientes, bancos, administraciones, auditores, escuelas de negocios, etc, etc…todo ello de forma wiki. Lógicamente esto generará un sinfín de «wiki salvedades» a las que habrá que determinar el tratamiento que se les dá pues no todas las salvedades estarán documentadas de la misma forma.
Si esto se hiciera así, aparecerian de forma casi inmediata infinidad de aplicaciones para extraer multitud de ratios, clasificaciones, estadisticas, por sectores de actividad, geográficas, etc..
En fin, sería el sueño de todos los que os dedicais a investigar en economía.
Desde luego este método habría que aplicarlo de forma inmediata a las administraciones públicas. Yo mismo me comprometo a wikiauditar a la CCVV donde resido y algunos capítulos del presupuesto del mi ayuntamiento de los que estoy empezando a sospechar.
Está claro que esto que propongo implicará la necesaria reconversión de todo el sector de auditoría, pero no veó porqué tienen que ser más privilegiados que el sector del taxi, el hotelero y todos los sectores que ya les ha tocado reconvertirse.
En fin, es una propuesta algo descabellada… pero porqué no??
Saludos y buenas vacaciones a todos.
Javier del Agua
Por cierto, un corolario de lo anterior es que podriamos prescindir del tribunal de cuentas que ha demostrado que no sirve para nada escondiendo la cabeza debajo del ala mientras todo tipo de corruptelas pasaban ante sus narices!.
Imaginais la cantidad de recursos públicos que podriamos ahorrar para destinarlos a cosas realmente importantes?
Claro está, que algunas familias enteras con una enorme vocación y tradición auditora también deberían reconvertirse por completo… pero tampoco en este caso encuentro ninguna razón por hacer diferencias con la enorme cantidad de familias no tan privilegiadas que se han tenido que reconvertir a la fuerza.
Saludos a todos y gracias por el blog
Javier del Agua
Esto plantea una posible solución para resolver dicha cuestión pero abre una serie de dudas en el nuevo planteamiento y por supuesto un cambio interno muy importante en dichas empresas. Por ejemplo, las auditoras solo tendrían un cliente (CNMV en el caso de España)? Que pasaría con el Dep Comercial? como se haría la adjudicación de los clientes por parte de la CNMV o cualquier otra «Bolsa»? estrategicamente como se podría plantear algo como los precios, cuota de mercado, relación con el cliente… Esta claro que esta propuesta da solución a la falta de objetividad de las Auditoras, debido a su relación con el cliente pero abre otros muchos dilemas complicados de resolver para las empresas en cuestión.
Miguel Osorio