La inflación del mes de diciembre de 2014 ha sido del -1,1% interanual. Es el sexto mes consecutivo con inflación negativa. En la zona euro ha ocurrido lo mismo, inflación negativa del -0.2%. Y esto ha hecho saltar todo tipo de alarmismos entre economistas y medios de comunicación sobre la deflación que viene y sus terribles consecuencias. Mientras, el ciudadano queda confuso, pues con su sentido común piensa que ya le viene bien que los precios bajen (y más si lo ha hecho también su salario), y no entiende porque es tan malo eso de la deflación. Intentaré explicarlo.
Según la teoría económica, una bajada de precios continuada (deflación) sería mala porque indicaría que la gente no compra, y por tanto las empresas se ven obligadas a bajar precios para vender; al bajar precios ganan menos o incluso pierden y tienen que despedir personas; esto hace aumentar el paro y hay menos gente que puede consumir. Entramos así en un círculo vicioso en el que cuanto peor estamos, peor estaremos. Pero la realidad es que esto nunca ocurre y no ha ocurrido en los últimos 70 años. De modo que no hay que preocuparse mucho por la deflación y sí disfrutar de los precios bajos .
La realidad es que los precios han bajado porque las empresas han ajustado sus costes para poder vender tanto en España como en el exterior. Antes todo era muy caro, fruto de la burbuja, y llegó un momento en que la gente no compraba. El restaurante de menú a 25€ pasó a ofrecerlo a 10€ y ahora se vuelve a llenar. Además, desde verano de 2014 el precio del petróleo está bajando y eso contribuye también a que los precios bajen; aunque, ¡ojo!, este no ha sido el único factor: la inflación está bajando desde abril de 2014 y la caída del precio del petróleo comenzó en julio de 2014.
La consecuencia positiva es que precios más bajos animan a la gente a comprar, como se ha visto esta Navidad. Y si se compra más significa, las empresas venden más y más empleos podrán crear. Y también es positivo para las personas, pues pueden sobrevivir con ingresos más bajos.
Por último, la inflación negativa ayudará a que el Banco Central Europeo (BCE) actúe más y facilite el crédito y la recuperación económica. Como sabemos, el objetivo del BCE según sus estatutos es exclusivamente el control monetario, concretado en conseguir una tasa de inflación en torno al 2%. Por tanto, el BCE tiene las manos atadas para actuar si hay recesión económica, como ocurre actualmente en buena parte de la zona euro; solo puede actuar si la inflación es más baja o más alta del objetivo. Ahora tenemos la suerte de que gracias a la deflación, el BCE tiene la excusa para poder actuar, insuflar dinero en la economía y facilitar la recuperación.
En fin, que todo parecen buenas noticias y que no conviene asustar al personal, pues la economía se basa en expectativas y si las ensombrecemos no acabaremos de salir del agujero.
Versión editada y actualizada del artículo publicado en El Periódico el 14 de enero de 2015.
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Encantado con la contencion o bajada de precios (¡incluso algunas autopistas!, gracias), la caida del crudo (esto merece un post gordo, para entender los reales motivos de tanta oscilación), la bajada del IRPF (los asalariados siempre pagando el pato, pero se nota que hay elecciones) y la progresiva «eurotización» del dolar (no confundirse, ya se que la palabra no es la adecuada, pero me ha salido así) y ahora solo hace falta…lo mas dificil, que 500.000 PYMES (o unas cuantas más) creen 3 o 4 puestos de trabajo en un par de años….¿estaré soñando?
¡Y rezando para que los suizos y su moneda …y las repercusiones o «daños colaterales» no me afecten! Tampoco voy por Zürich o Zermatt a menudo..
Buenos dias, me encanta leer este blog . A los no expertos en economía nos facilita enormemente entender lo que pasa y siempre desde una óptica de alguien lo suficientemente experto que traslada de forma sencilla cualquier cuestión que se pueda plantear.
Felicidades.