Publicado en Expansión el 29 de abril de 2009.
Todos sabemos que para alcanzar un puesto de dirección importante en cualquier empresa se requiere un buen curriculum. Hay que demostrar que uno ha gastado muchos años en aquella actividad para la que se le contrata y que tiene experiencia de gobierno. Esto parece lógico, pues gobernar personas y dineros requiere condiciones de gobierno y el mejor modo de demostrarlas es mostrar que ya se han tenido esas responsabilidades anteriormente.
Mi pregunta es, ¿por qué para gobernar un país no hace falta requisito previo alguno? ¿Se puede ser ministro de economía y hacienda sin haber pasado antes por alguna dirección general del ministerio? ¿Se puede ser presidente de gobierno sin haber demostrado experiencia alguna de gobierno como presidente de comunidad autónoma o como ministro o aunque sea como alcalde?. En ninguna empresa privada se cometería semejante imprudencia. Pero resulta que en política los ciudadanos aceptamos alegremente que nos gobiernen personas que quizá tienen grandes condiciones para gobernar… pero que no las han demostrado nunca. Y para probar sus condiciones de gobierno les ponemos al frente de nada menos que un país entero… a ver que tal lo hacen. El sector público español tiene un presupuesto de unos 300 mil millones de euros… no es un juguete pequeño como para hacer experimentos.
Quizá el lector piensa que me refiero al Presidente de Gobierno, Sr. Zapatero. Pues sí, pero también me refiero al presidente del Estados Unidos, Sr. Obama, que no tiene ninguna experiencia de gobierno previa, ni como gobernador, ni como ministro. Y sé que soy osado, pues si se habla del Sr. Obama, hay que hablar necesariamente bien o mejor no hablar.
No pongo en duda las capacidades de gobierno del Sr. Zapatero, que quizá son muchas. El problema es precisamente que ninguno conocemos esas capacidades para gobernar pues no ha tenido oportunidad de demostrarlas antes.
Algunos me dirán que para gobernar lo que hace falta es la adecuada “voluntad política”. Y se nos presenta esta voluntad política como una arcana sabiduría accesible sólo a los que se mueven en el mundo de los partidos políticos. Pero yo digo, oiga, gobernar es dirigir un montón de personas y de recursos (300 mil millones en el caso de España) y para eso algo hay que saber. Hay que saber como funciona el Estado, como funciona la economía, como se organiza eficientemente la administración pública etc. En definitiva hay que saber algo sobre cuales van a ser los efectos previsibles de las decisiones que tomes. No valen experimentos del tipo hago esto y a ver qué pasa. Puede ser que te salga bien el experimento, pero el riesgo que corres es enorme.