Necesitamos una nueva teoría económica y financiera cuyo objetivo sea el desarrollo del bien común. El pensamiento financiero de los últimos cuarenta años ha fomentado el individualismo al dar demasiada importancia al inversor y a los mercados. Mantener este modelo entraña el riesgo de repetir los mismos errores que desencadenaron la crisis.
(Entrevista en vídeo complementaria al post anterior)