Publicado en Expansión el 24 de marzo de 2010.
Los ingresos del sector público han descendido un 17% en el 2009, unos 30 millardos, en línea con la caída de ventas de las empresas españolas. Las empresas privadas han llevado a cabo un draconiano, y antes impensable, recorte de gastos. Lo mismo han hecho los ciudadanos en su gasto familiar. Lógico: o cortas gastos o mueres. Nuestros gobernantes sin embargo, siguen gastando. No hacen los sacrificios que nos piden a los demás. He aquí un botón de muestra que ha sido tratado abundantemente en la prensa pero al que nuestros gobernantes han hecho oídos sordos.
El número de asesores de confianza (a dedo) del gobierno central asciende a 632. De ellos el presidente acumula 430 (¿tendrá tiempo para escucharles a todos?). Además, aumentó en el 2009. El coste debe rondar los 120 millones de euros. El número de altos cargos del gobierno central era de 401 en el 2009 y será de 461 en el 2010. Nos cuestan unos 80 millones de euros. El gasto aumenta un 7% en el 2010. Muchos de estos cargos no son funcionarios. Actualmente la mayoría de directores generales no son ya funcionarios con experiencia en su respectivo ministerio. Son cargos políticos. ¿Hacen falta 600 asesores cuando hay 2,3 millones de funcionarios públicos? No es suficiente con el trabajo de estos para dirigir la administración pública?
El total de asesores y altos cargos son unas 1.000 personas y 200 millones de euros. Ya sé que para el déficit del sector público (unos 120 millardos), estos 200 millones son el chocolate del loro. Y que también muchos de estos altos cargos son necesarios (no lo tengo tan claro en el caso de los asesores). El tema va aquí de ejemplaridad. Y lo que se ve es que los individuos del gobierno, no están dispuestos al más mínimo sacrificio para reducir los gastos que pagamos todos los demás. Y esto que digo de los asesores y altos cargos aplica también, por supuesto, a las comunidades autónomas y ayuntamientos. La Generalitat se gasta 30 millones en asesores y altos cargos.
Otro botón de muestra. La Generalitat se gastó 50 millones en 2.500 informes en un año de crisis como el 2009 (Expansión, 9/12/09). El Ayuntamiento de Barcelona 13 millones en 1.000 informes (La Vanguardia, 12/11/09). Quizá algunos son justificados, otros claramente no. Y desde luego, ¿no hay funcionarios que puedan hacer esos informes? En tiempos de crisis hay que cortar gastos como sea! Y quizá no es el momento para hacer informes. Es el momento de trabajar y apretarse el cinturón de verdad. Señores gobernantes, den buen ejemplo de austeridad: y recorten gastos.