La semana pasada y con motivo de la crisis griega volvió a cundir el nerviosismo en los mercados de deuda y bolsa. Las víctimas esta vez fueron, sobre todo Italia y también España. Nada ocurrió la semana pasada en Italia. Sus datos macroeconómicos, de deuda y déficit público son los mismos que desde hace meses. Una vez más los mercados se ponen nerviosos, pues están movidos por seres humanos que también sufren miedos. Conviene escuchar a los mercados, pero no seguir a pies juntillas lo que dicen.