A finales de los 80, el Banco de Santander era un banco de provincias que aspiraba a entrar en el grupo de los cinco grandes bancos españoles. En apenas quince años, Emilio Botín lo transformó en uno de los diez grandes bancos del mundo, de los más internacionales y llegó a ser el de mayor beneficio a mediados del pasado decenio. Emilio Botín, gran empresario, trabajador incansable, persona sencilla. Descanse en paz.