Publicado en Expansión el 03 de marzo de 2010.
En el 2007, último año de boom económico, la TV estatal (TV1 y 2) costó al contribuyente unos 280 millones de euros (suma de las pérdidas más las subvenciones recibidas). Las TV autonómicas nos costaron casi 1.300 millones. Total, más de 1.500 millones de euros. Por el contrario las TV privadas tuvieron un beneficio antes de impuestos de más de 700 millones (Informe Deloitte sobre TV pública y privada). ¿Cómo es posible que la TV privada gane 700 y la pública pierda 1.500? Una vez más, lo público demuestra ser muy, pero que muy poco eficiente. Este déficit lo paga el sufrido contribuyente español que, recordemos, gana en promedio 1.200-1.400 euros al mes y paga al Estado otros 1.100-1.200€/mes. Los datos para 2008 han sido muy similares, unos 1.500 millones de pérdidas para el contribuyente español.
La cuota de pantalla de la TV estatal fue del 22%, las autonómicas tuvieron un 15% y las privadas el restante 63% (informe CMT 2009). Resulta, pues, que la TV pública gasta mucho más y tiene menos cuota de pantalla: gasta más, pero gusta menos. La apostilla es inevitable: ¿Cómo es posible que el gobierno (estado y comunidades autónomas) se gaste (con mi dinero) 1.500 millones y sólo tenga una cuota de pantalla del 37%?. ¿Por qué tengo que pagar esa enorme cantidad de dinero en un tema que no parece ser muy apreciado? ¿No hay otros destinos más eficientes para ese dinero?
Dentro de la TV pública se observa, una vez más, que las autonómicas son más gastosas que la estatal (pérdidas de -1.300 frente a -280) y además tienen menos cuota de pantalla. Es decir, las TV autonómicas, son todavía más ineficientes que la estatal. Entiendo que algunas apenas tienen mercado para vender su producto. Vale, pero quizá es que no somos tan ricos como para permitirnos 20 canales públicos de TV. Simplemente, no tenemos dinero para pagar esto.
Por último, la TVE estatal comenzó un plan de reducción de gastos en 2007. Las autonómicas todavía no. Por favor, empiecen a hacerlo. Y también, el Estado condonó una deuda de casi 8.000 millones a TVE. Deuda que ahora pagamos todos los españoles (una vez más). Por favor, que no hagan lo mismo las autonómicas.
Mi conclusión: Hay que reducir gasto público en serio y en muchas áreas. Hay que gastar de manera eficiente. Y dentro de este objetivo, el esfuerzo mayor lo deberían hacer las autonomías. ¿Por dónde empezar la reducción de gasto público? Sin problema, hay muchísimas posibilidades. Aquí menciono una, las TV.