A propósito de una entrada anterior sobre el hundimiento de un edificio-factoría en Banagladesh, un amable lector de este blog me hace llegar un impresionate video (menos de 1 min.), que incluyo en esta entrada. Trata del trabajo en una prensa en una fábrica situada en algún lugar de China. Creo que merece los adjetivos con los que encabezo esta entrada: repetitivo, desagradable y peligroso (seguramente también mal pagado). Alguno podrá decir, evocando a Taylor, que es un trabajo racionalizado, con métodos y tiempos cientificamente pensados para aumentar la productividad. Se podría también añadir que esos trabajadores actúan voluntariamente: si no tuvieran este trabajo seguramente estarían muriéndose de hambre Dios sabe dónde.
Trabajo racionalizado y voluntario: he aquí dos conocidos argumentos para justificar una organización del trabajo indigna de la condición humana. Pero más que argumentos son auténticos sofismas. Me explicaré.
¿Trabajo racionalizado? ¿Con qué clase de racionalidad, técnica o ética? Técnica, por supuesto. No hay racionalidad ética, y ni siquiera se plantea: la persona se subordina totalmente al proceso. Pero hasta la racionalidad técnica puede cuestionarse, ya que otros diseños técnicos son posibles. La cadena de montaje parecía impresciendible para una buena productividad, hasta que Toyota innovó un modo de trabajo en grupo de un modo menos repetitivo, con mayores relaciones interpersonales, más agradable, y tanto o más eficiente en términos de productividad.
Por otra parte, que trabajen voluntariamente es un decir. Más bien se diría que está allí por la perentoria necesitad de ganarse la vida. Y los empleadores abusan de esta necesidad, sin buscar soluciones imaginativas que armonicen productividad con unas condiciones de trabajo más humanas.
Me temo que, con video o sin video, sigue habiendo muchos casos como este en no pocos países, y quizá hacemos poco para evitarlo. Los consumidores tienen poder sobre las empresas para exigir condiciones de trabajo dignas, aunque sea a través de una cadena de sumistros más o menos larga. Y los empleadores incurren en una seria responsabilidad de la que algún día tendrán que rendir cuentas.
Buenos días Prof. Melé, realmente hay muchas informaciones parecidas a las que se transmiten que desafortunadamente no llegan a los «sourcings» de compras, es decir, aquellos grupos que asignan grandes proyectos para la adquisición de bienes de equipo, de grandes multinacionales y comparan, únicamente a precio, las ofertas recibidas de sus proveedores en LCC’s (Low Cost Countries) con las de proveedores europeos con unas condiciones de compra – pago / PRL (Protección de Riesgos Laborales) y Medioambientales totalmente incomparables.
Esperamos y deseamos que las aplicaciones de Best Practices en algunas empresas sea valorado, si no es posible a corto, como mínimo a medio o largo plazo…..
Gracias por compartir con nosotros dicha informacion
Efectivamente, los consumidores pueden presionar a las empresas que contratan productos fabricados indignamente y éstas pueden condicionar, por contrato, a sus proveedores. Incluso deben hacer o encargar inspecciones periódicas en dichas fábricas, pero a veces no es fácil trazar toda la cadena de suministro que puede estar deslocalizada en varios países.
Me gustaría añadir un punto más que me parece pasa un tanto desapercibido pero que podría ser tanto o más eficaz. Y es la responsabilidad de los gobiernos de dichos países que también deberían legislar adecuadamente, inspeccionar y sancionar a las industrias infractoras. Esto podría recogerse en tratados mundiales de comercio de manera que los países negligentes en este sentido se vieran señalados y afectados por las compras o inversiones de las empresas del resto del mundo, o como mínimo, perderían atractivo en comparación con otros países similares pero con mejor reputación en este tema.