Una de las lecciones que podemos aprender de la crisis actual es la importancia de la transparencia. Un gran valor, no siempre bien valorado. Necesitamos sensibilidad y virtud, pero también educación, presión social y el imperio de la ley.
«Ética en el contrato» pero no «ética por contrato»
Los código de conducta empresarial no puede comprender más que unas pocas normas enfocadas a situaciones sensibles, como sobornos, fraudes, conflictos de intereses, o uso de información privilegiada. Por esta razón, sería muy negativo dar a entender que cumpliendo estos mínimos, sin más, ya se actúa de modo ético. La ética no viene por un contrato sino por ser persona y su contenido es mucho más amplio que lo escrito en los códigos o contratos. No sólo necesitamos contratos, sino también y, sobre todo, virtudes. Pero dónde la virtud no existe que actúen normas y contratos. Que haya ética en el contrato, pero que no se actúe bien sólo por el contrato y las sanciones que le acompañan.
Lo que no se debe hacer: lecciones del safari del rey Juan Carlos para el liderazgo
El asunto del safari del rey Juan Carlos permite aprender defectos a evitar y las correspondintes cualidades para el liderazgo. Modestia,austeridad –en oposición a la ostentación y despilfarro–, coherencia entre palabras y hechos y una conducta ejemplar son cualidades que favorecen el liderazgo, y al revés.