Publicado en Expansión el 08 de julio de 2009.
Por balanza comercial se entiende la diferencia entre exportaciones e importaciones de bienes y servicios. Es el tercer componente del PIB (después del consumo, de la inversión y del gasto público).
En el 2008 y según datos del INE las exportaciones en España fueron de unos 290 millardos (miles de millones de euros). Las importaciones fueron 353. Por tanto, el déficit comercial alcanzó los 64 millardos, equivalente a un 6% del PIB. Es decir, nuestro PIB (nuestro salario anual) se redujo un 6% debido a que compramos mucho fuera y vendemos poco.
España es el país con más déficit comercial de nuestro entorno. Los datos de déficit o superávit comercial para el resto de países, durante el periodo 2000-07 (justo antes de la crisis) y en media anual son: España -4,1%, Alemania 4,2%, Italia 0,4%, Francia 0,1%, Reino Unido -2,7% y Estados Unidos -4,7% (fuente: Datastream). Alemania es el gran país exportador, iguala a China (4,2% de superávit) y supera a Japón (1,4%).
No sólo tenemos déficit comercial, sino que este ha ido a peor. Durante los años 94-98 nuestro déficit comercial fue casi 0 e incluso hubo superávit en los años 96 y 97. Esto fue posible gracias al esfuerzo exportador que se hizo para salir de la crisis del 93 y en buena parte también porque devaluamos la peseta, con lo que los productos españoles resultaban más baratos. Desde el 2002 el déficit comercial no ha parado de subir hasta un pico máximo del -6,7%. En los tres últimos años (2006-08) hemos sido el país con más déficit comercial dentro de las economías desarrolladas, superando incluso a Estados Unidos.
Como consuelo cabe decir que todos los países de nuestro entorno, salvo Alemania, han empeorado notablemente en el década de los 90. Países que tradicionalmente tenían superávit comercial como Italia y Francia han pasado a no tenerlo, lo que claramente indica el empeoramiento de sus economías. Los países que tenían déficit comercial pequeño (en torno al -1%) como USA y Gran Bretaña ahora tienen un déficit comercial abultado, aunque ninguno como España. Por el contrario Alemania ha pasado de un superávit comercial próximo a 0 en los noventa a un superávit del 4% en esta década, mostrando claramente la potencia de su economía.
En definitiva, España es ahora el país con más déficit comercial, lo que indica una debilidad importante de su economía: no somos lo suficientemente competitivos como para vender nuestros productos fuera. De hecho, las principales economías de nuestro entorno se han caracterizado por ser países exportadores. Si queremos contarnos entre las principales potencias económicas, tendremos que ser capaces de exportar.