Publicado en Expansión el 03 de febrero de 2010.
El FMI acaba de publicar (26/1/10) sus previsiones económicas para el 2010. España crecerá un -0,6% (continua en recesión), mientras que nuestros vecinos salen de ella: Alemania crecerá el 1,5%, Francia el 1,4% e Italia el 1,0%. El tema ha tenido mucho eco en la prensa y con tintes más bien catastrofistas. Los analistas de diversos bancos internacionales – los llamados expertos- también se han hecho eco y han recomendado no invertir en acciones o bonos españoles.
¿Y qué tan fiable es el FMI en sus previsiones? Pues veamos al menos las más recientes de los dos últimos años. En julio del 2008, el FMI pronosticó un crecimiento mundial de la economía del 3,9% en el 2009. Esto es un crecimiento “normal”, ni muy alto, ni muy bajo. Hay que indicar que en julio 08 ya llevábamos un año de crisis financiera, que empezó en agosto 07, aunque lo peor estaba por llegar. Pues bien, el crecimiento económico mundial en el 2009 ha sido del -0,8%. La crisis más fuerte en los últimos 60 años. La desviación entre la previsión y la realidad es enorme, y máxime cuando se habla de crecimiento promedio mundial, que al agrupar muchos países, suele tener oscilaciones muy suaves.
Según el FMI (previsión julio 08), España crecería en el 2009, un 1,2%. La realidad es que el crecimiento económico en España en el 2009 ha sido un -3,6%, el peor dato en 70 años. Otra vez el FMI se ha pasado en previsión… y de largo.
El lector podrá pensar que soy injusto o sesgado en la comparación, pues estoy usando datos de la peor crisis nunca vista en los últimos 70 años. De acuerdo. Tomo ahora las previsiones hechas por el FMI para España en enero 2009, hace sólo un año y cuando la crisis ya estaba en pleno furor. El FMI esperaba que España creciera en ese año 2009, un -1,7%. El resultado ha sido de -3,6%. Otra vez grueso error.
No se puede concluir de estos datos que el FMI haga mal su trabajo de previsión. Pero sí se puede concluir que las previsiones no son tan fiables como cabría pensar. ¿Y por qué? Pues porque prever el crecimiento de la economía es prever, en buena parte, el comportamiento de consumidores e inversores (prever el comportamiento de todos nosotros) y esto no es nada fácil, por no decir imposible. ¿Hay que escuchar al FMI? Sí, pero no se pueden tomar sus opiniones como dogmas venidos del cielo. Se pueden equivocar y mucho.