Publicado en Expansión el 06 de julio de 2010.
Un comentario generalizado es que la productividad del trabajador español es baja: los costes salariales son altos, por la falta de flexibilidad laboral, absentismo, falta de formación, etc. Veamos.
La productividad la podemos medir como el precio a que vendemos el producto dividido por el coste salarial requerido para fabricar ese producto. Por ejemplo, supongamos que construir un SEAT Ibiza me lleva 100 horas de trabajo que pago a 30€/hora, es decir, 3.000€ de salarios. Vendo el Ibiza a 10.000€ (los números son ficticios).
Supongamos ahora que con el mismo coste salarial (número de horas x coste salarial/hora) somos capaces de producir un Audi. El Audi lo venderemos a por ejemplo 20.000€. Habremos aumentado la productividad. La moraleja es sencilla. Un modo de aumentar la productividad es producir y ser capaces de vender productos de mayor precio (de mayor valor añadido le llaman ahora).
Claro que para ello hace falta mejorar el producto de modo que el cliente pague más por él, y para ello hace falta innovar. También es necesario mejorar la “percepción de calidad”, el “brand name” o prestigio de marca y eso requiere imaginación, campañas de imagen y resultados de que el producto es bueno y merece la pena pagar caro por él (no sólo una imagen vacía). Y por último hace falta salir fuera para ofrecer ese producto de mayor calidad. En definitiva, hay que hacer todo aquello que facilite que el cliente esté dispuesto a pagar más por un producto mejor. Los alemanes lo han conseguido en muchos productos (un ejemplo son los coches).
Me parece que aquí tenemos un amplio campo de mejora. Es ya un tópico el caso del aceite que se fabrica en España y se vende a granel para que las empresas italianas los exporten “con mayor valor añadido”. O también el caso de fabricación de coches: todavía seguimos siendo de los grandes fabricantes europeos, pero de coche pequeño con poco margen…y en el que ya es muy difícil mejorar la productividad. Lo mismo podemos decir del turismo. El modelo de sol y playa a precio barato, no debe ser denostado pues crea mucho empleo y mucha riqueza. Pero debemos ir evolucionando poco a poco (la evolución no es nada fácil) a turismo de mayor valor añadido (más caro).
Por último, para este proceso, se requiere mejorar la formación del trabajador y de hecho evolucionar a otro perfil de trabajador. Por una hora de trabajo poco calificado se cobran 10€, esa misma hora de un programador de software va a 60€. Y con ello mejora la productividad… y la calidad de vida de los trabajadores.