Publicado en Expansión el 27 de julio de 2010.
Es ya un tópico el oír que la economía española no es competitiva. Es decir, nuestros productos y servicios son percibidos como caros en calidad/precio. Esto hace que nos cueste vender y que las empresas tengan dificultades. Hago aquí un resumen telegráfico de los puntos para mejorar la competitividad de la empresa española, tratados en artículos anteriores.
Hay que vender más, sea como sea. Si no vendemos aquí no hay más remedio que salir fuera, exportar. Se puede, ya lo hicimos en el 93 y estábamos entonces peor preparados.
Hay que producir a precio competitivo (barato) para poder vender. Para ello hay que bajar los costes de producción y para ello hay que utilizar menos horas para fabricar el mismo producto o servicio. Hay que planificar mejor, para ser más eficientes. Debemos repasar los procesos de producción (en industria, pero sobre todo en servicios) para eliminar pasos inútiles que no aportan nada. Hay que hacer en servicios el mismo ejercicio de métodos y tiempos que se ha hecho en la industria.
Hay que mejorar el producto, para que con las mismas horas de producción podamos vender un producto más caro. Y para esto hay que innovar. Un modo de innovar: salir y ver qué hacen nuestros competidores y qué producto venden las empresas que venden. Copiarlo y mejorarlo. Siempre hay que estar pendiente del competidor y mejorar lo que él hace.
Hay que reducir los costes de aprovisionamiento: comprar materias primas y componentes más baratos. Un modo: evitar intermediarios, otros, agrupar poder de compra.
Hay que reducir los gastos generales, repasándolos uno por uno. O también, volver a los mismos gastos generales de hace 4 años. Si ahora vendemos lo mismo que en el 2006 ó 2005, deberíamos ser capaces de volver a la misma estructura de gastos del 2005. Eliminar todo lo que sea innecesario. Todos a vender y/o producir. Cuantos menos controladores, personal de apoyo y staff, mejor.
El efecto de esta reducción de gasto y aumento de eficiencia será, en un primer momento, más paro y crisis; pero en poco tiempo las empresas que sobrevivan, serán eficientes, crecerán y crearán empleo, y entraremos en el círculo virtuoso del crecimiento.
Todo esto es fácil de decir, pero muy difícil y penoso de hacer. Pero no hay más remedio si queremos salir adelante. Lo han hecho muchas empresas españolas en las últimas dos décadas y han pasado a ser líderes. Estamos mejor preparados que en el 93 y entonces lo hicimos. Sobrevivirán aquellos que sean capaces de producir de forma eficiente y con poco gasto general y que además salgan fuera para vender.