Publicado en Expansión el 3 de noviembre de 2010.
Me contaba el profesor Rafael Termes, presidente durante muchos años de la AEB (Asociación Española de la Banca), que el negocio bancario era bastante sencillo y por tanto, algo aburrido: tomar prestado y prestar, asegurándote de que el prestatario genera ingresos para devolverte el préstamo, no que tenga patrimonio, sino rentas. Por ello, me decía, es difícil crecer mucho en banca, si permaneces en el mismo mercado. Creces un poquito más que la economía si lo haces bien, y menos si lo haces mal.
En España no hemos tenido mucho problema de inversiones en hipotecas subprime, CDO, CDS, derivados, etc., al menos comparado con lo que ha sucedido en USA y UK. Por eso aquí la crisis financiera ha sido mucho menor que allí. Pero hemos tenido nuestros errores, por los que pagamos ahora. El principal, en mi opinión, ha sido la obsesión de bancos y cajas por el crecimiento.
Durante buena parte de la década del 2000, el crédito bancario en España ha crecido al 20% anual. ¿Ha aumentado el número de empresas o la economía un 20% anual? Es obvio que no. Por tanto, ¿cómo es posible que el crédito haya crecido un 20%? Pues no debería ser posible, pero ha ocurrido. Y ha ocurrido por la obsesión de los bancos y cajas en los últimos años por crecer a toda costa. En los bancos esta obsesión aun se podría entender, pues la cotización bursátil y los analistas aprietan y si creces, sube la cotización. Pero ¿y en las Cajas? No lo entiendo. Pero ha ocurrido.
¿Cómo consigues crecer? Sistema tradicional, das 100 hipotecas de 200.000€ a 100 clientes, después de haberlos analizado uno por uno cuidadosamente. Esto lleva trabajo y mucho. Sistema “crecimiento rápido”: das un crédito promotor de 20 millones para construir y vender 100 viviendas. Esto se hace rápido, es sólo una gestión. El coste es menor, la rentabilidad mayor… pero como siempre ocurre, el riesgo también es mayor y mucho.
La economía se mueve con regularidad y “poc a poc”, como se dice en Cataluña. Si das más crédito de la cuenta en años de bonanza, en los años malos darás menos de la cuenta (como ocurre ahora)… era de prever: lo que no parece normal, suele ser que no es normal y, tarde o temprano, se corrige para volver a la normalidad.
¿Y si un banco quiere crecer? Pues no tendrá más remedio que buscar mercados nuevos, no maduros, donde hay potencial de crecimiento fuerte. Es lo que están haciendo muchas empresas y bancos españoles. Pero crecer mucho aquí, difícil, salvo que asumas más riesgos en los productos que vendes.