Publicado en Expansión el 14 de diciembre de 2010.
En la semana del 29 noviembre al 3 diciembre hemos asistido a un episodio típico de nerviosismo en los mercados. El desencadenante ha sido la ayuda de la UE a Irlanda. El razonamiento que provoca el pánico es más o menos así: “si Irlanda necesita ayuda, probablemente Portugal también la necesitará. Y si Portugal “cae”, España tendrá problemas. Si España puede tener problemas, mejor vender los bonos españoles ahora, antes de que bajen más”. Todo son expectativas, pero la consecuencia es que la rentabilidad del bono se dispara hasta 300 puntos básicos (3%) por encima del bono alemán. El riesgo país se ha disparado.
El razonamiento de los “expertos” continua: Si la prima de riesgo se dispara, España tendrá que pagar más por su deuda, por tanto el déficit aumentará y cada vez le será más difícil financiarse y más subirán el interés que tiene que pagar; España puede entrar en un círculo vicioso del que sólo podría salir con la ayuda de la UE (el famoso “rescate”).
Veamos los números para que el lector se forje su propia opinión. En primer lugar, la subida de tipos solo afectará a la deuda nueva que se emita en el 2011, no a los 400 millardos de bonos emitidos en años anteriores y que siguen vivos. España tiene que emitir (pedir prestado) unos 150 millardos en el 2011. ¿Cuántos nos cuesta en intereses el incremento de prima de riesgo de 300 puntos (un 3%)? Sencillo, 150 x 3% = 4,5 millardos. ¿Esto nos hundirá? Pues mire, el gasto público en España fue de 480 millardos, deduzca el lector si 4 millardos más o menos nos hundirán. Yo personalmente pienso que hay que mirar a los 480 que nos gastamos; ahí está el verdadero problema. Por cierto, a pesar de la subida de prima de riesgo, los bonos españoles pagan un 5,5% o 5,8% de interés. Tampoco es un interés tan caro. Es lo que pagábamos hace 3-4 años, cuando la prima de riesgo era casi cero y éramos visto como país “ejemplar”.
Por otra parte, el tesoro público también puede financiarse con Letras a un año (en lugar de bonos a 10 años), por las que tiene que pagar apenas un 2% (tipo bastante baratito) y esperar a que en el 2012, las circunstancias mejoren.
En definitiva, en mi modesta opinión el problema de déficit público (110 millardos que nos gastamos de más), no está en los intereses, ni en el riesgo país. El problema, está en el número gordo, los 480 que nos gastamos; ahí es donde hay que meter la tijera y en serio.