Artículo publicado en Expansión el 12 de noviembre de 2011.
Los mercados la han tomado ahora con Italia. La prima de riesgo del bono italiano alcanza ya los 550 puntos básicos, el mismo nivel que tenían Grecia, Irlanda y Portugal cuando fueron rescatados. Tengo la sensación de que estamos ante una estampida que va en aumento y acabará por llevarse todo por delante. Y lo peor es que no veo motivos tan graves como para provocar semejante estampida. Veamos los datos.
Hace solo siete meses, en abril de este año la prima de riesgo de Italia era de 100 puntos (un 1%). ¿Qué ha pasado desde entonces para que se dispare tanto? Pues nada o casi nada. Se comenta que la deuda pública de Italia, que alcanza el 120% de su PIB (1.900 millardos) es insostenible. Pues bien, Italia siempre ha tenido ese nivel de deuda durante los últimos 20 años y no ha pasado nada. ¿Por qué ahora es insostenible y antes no lo era? Nadie responde.
Italia puede ir refinanciando esa deuda año tras año, como lo ha venido haciendo hasta ahora. Objeción: “los inversores internacionales (los mercados) no querrán prestarle más”. Respuesta: ningún problema. La mayoría de la deuda pública italiana la compran los propios italianos, que no necesitan tanto de los mercados. Son costumbres del país, al igual que la mayor parte de los coches que compran los italianos son Fiat o Alfa Romeo… coches italianos. Dato: los bancos europeos no italianos tienen 100 millardos de deuda pública italiana, nada en comparación con la deuda total que es 1.900 millardos. Además, Italia apenas tiene déficit comercial y por tanto no necesita pedir prestado en el exterior (no así España).
Durante los tres últimos años de crisis (2008 a 2010) la deuda pública italiana ha crecido un 15%. Es la que menos ha crecido en Europa: Gran Bretaña un 80%, España un 66%, Alemania y Francia un 28%.
La deuda pública de Italia ha crecido poco porque el déficit público de Italia ha sido en estos años de crisis de los menores de Europa, en promedio anual un 4%; frente al 9% de Inglaterra, 8% de España y 6% de Francia. El déficit público de Italia en el 2010 ha sido del 4,5%, mucho menor que el de Inglaterra (10,3%), España (9,2%) o Francia (7,0%). Además Italia es el país en el que menos ha crecido ese déficit público, sólo 3 puntos durante los tres últimos años, frente a los 11 puntos de España, casi 8 de Inglaterra y 4 de Francia. Para más inri, resulta que Italia durante buena parte de la década de los noventa (90 a 96) tuvo un déficit anual de casi el 9%… y no pasaba nada. ¿Por qué ahora sí pasa? … pues que alguien me responda.
En definitiva comparado con otros gobiernos europeos, en los últimos años, el italiano no gasta mucho ni tampoco ha crecido mucho su gasto y como consecuencia tampoco ha aumentado mucho su deuda. Por tanto, ¿dónde está el problema? Me llama la atención que nadie, ni los mercados ni los medios, se metan con Inglaterra que tiene unos resultados mucho peores.
Algunos argumentan que “el problema no es la deuda sino la falta de crecimiento de la economía italiana, lo que agravaría el déficit y la deuda en el futuro”. Las estimaciones de crecimiento económico para Italia están en torno al 0%-1%. Es poco, cierto. Pero resulta que durante los últimos 20 años Italia ha crecido al 1% anual. Es decir, poco. En la última década Italia ha crecido al 0,6% anual. Y sin embargo no ha tenido problemas. En otras palabras, ¿Italia crecerá poco? Sí, pero es que siempre ha sido así. Por cierto el crecimiento de Alemania ha sido del 1,3% anual. No es para tirar cohetes y no es tan diferente del pobre crecimiento italiano.
De todo esto deduzco que no hay datos objetivos que justifiquen la venta masiva de bonos italianos y la subida de la prima de riesgo. Y si esto es así es que los mercados están aterrorizados y huyen en irracional estampida, sin mirar realmente los datos. Imaginen ustedes un estadio de futbol cuando se produce alarma y estalla la estampida: la masa enloquecida arrolla todo a su paso. Pues me parece que estamos (casi) en esta situación. Parar una estampida es difícil, pero o lo hacemos o la estampida de los mercados se llevará todo por delante. La siguiente pieza es España.