Artículo publicado en Expansión el 10 de marzo de 2012.
El Gobierno de España ha pedido a la UE que suavice el límite de déficit público. La razón es que se esperaba un déficit del 6% para el 2011 y ahora se espera que sea del 8,5%. Por tanto partimos de peor situación de cara a recortar déficit.
Esa diferencia de cifras aportada por el Gobierno de España en tan poco lapso de tiempo (de diciembre a enero), es mucho dinero (unos 27.000 millones) y causa perplejidad en Bruselas. Lógico. Ya el primer daño está causado: se ponen en duda las cuentas del Estado Español. Peligro, esto mismo pasó con Grecia y así le ha ido después. Por ello si alguna autoridad pública ocultó gastos a sabiendas debería ser perseguida judicialmente, pues el daño causado a la imagen del país es muy grande y la imagen en los negocios y en la economía es media vida.
La UE dice y con razón que no quiere tomar ninguna decisión sobre límite de déficit basado sólo en expectativas. Lógico, quieren tener datos y no suposiciones. Reuters ha difundido la idea de que quizás el Gobierno está inflando el déficit a sabiendas para curarse en salud. Reuters debería ser algo más prudente cuando se juega con la fama de las personas o los países, pues eso hace daño. En cualquier caso, sea quien sea quien tiene razón, los datos se comprueban no se discuten. Hará falta esperar al 20 de abril hasta que el IGAE (Intervención General de la Administración del Estado) proporcione los datos de cierre del 2011. Lo que hace falta es saber dónde estamos de verdad. Y aquí empieza el problema.
El problema está en que no hay manera de saber quién gasta qué: administración central, autonómica, local o Seguridad Social. No hay sistema consolidado de cuentas. La partida más importante de cada administración son transferencias a otras administraciones o sub-administraciones. Obviamente en Bruselas tampoco se aclaran muy bien. En las cuentas de Eurostat aparece que la administración pública en España se ha gastado 480 millardos en 2010, de los que 130 eran transferencias, por tanto no se sabe si el gastoso es el Estado, las CCAA o quién.
Me consta que el Gobierno está persiguiendo a todas las administraciones (autonómica, local, etc.) para que clarifiquen sus cuentas. Pero también me consta, que hasta ahora no era así. He preguntado hace meses en el IGAE y no me dieron mucha fiabilidad sobre alguno de los números autonómicos.
El problema está en que en la administración autonómica no hay cultura del control del gasto (el interventor) como si lo hay desde hace muchos años en la administración central y también local.
El problema está en que unos se pasan la pelota a otros. Ejemplo, el Estado ha disminuido sus gastos de 180 a 151 millardos, en el 2011. Parece ejemplar, 29 millardos o un 16% en sólo un año. Pues bien, esa rebaja se debe exclusivamente a recorte en transferencias a las Autonomías, el resto de gastos del Estado no ha variado ni un ápice en el 2011. Resultado: ahora son las Autonomías las que tienen el déficit y no el Estado. Le has dejado el tomate al que menos capacidad de control ha manifestado tener hasta ahora.