Para salir de la crisis sólo hay una única vía: que las empresas de aquí vendan más. Si venden más, crearán empleo y con más empleo, más gente que gana salario y que vuelve a consumir, con lo que las ventas vuelven a aumentar. Entramos así en el círculo virtuoso del crecimiento.
El problema es que aquí no consumimos y por ello para vender no hay más remedio que salir fuera de España y vender fuera lo que no se vende aquí. Es el único camino. Y en ese camino vamos bien.
Por primera vez desde 1990 (el Banco de España no da datos anteriores), hemos tenido tres meses un superávit comercial: Las exportaciones de producto físico (no servicios) superan las importaciones y crecen más, hasta llegar a 125 millardos (miles de millones) de enero a junio de 2013. En ese mismo periodo las exportaciones de servicios (turismo y otros) alcanzan los 50 millardos. En otras palabras, las empresas de aquí han conseguido vender fuera (en productos y servicios) 175 millardos, en sólo seis meses. Extrapolado a un año serían unos 350 millardos que entran en el país y con los que se pueden pagar salarios. A modo de comparación, las ayudas de la UE por el tema bancario han sido unos 40-50 millardos. Ya se ve que el mejor modo de que entre dinero en el país, y dinero productivo que crea empleo y fomenta el consumo, es exportar.
Cada vez que exportamos (p.ej. vendemos un Seat fuera de España) estamos aumentando el PIB y creando empleo aquí. Cada vez que importamos (compro un Audi), estamos reduciendo el PIB en España y aumentando el PIB de Alemania: el precio que pagamos sirve para pagar los salarios, compras, etc. de los empleados alemanes.
En 2007, antes de comenzar la crisis, nuestra balanza de productos y servicios arrojaba un déficit de unos 70 millardos (que salían fuera). Ahora esta cifra es positivo de unos 26 millardos y subiendo rápidamente. Es decir, nuestro PIB ha aumentado es estos años, sólo por este concepto, en torno a un 10% o unos 100 millardos. Este saldo positivo no ocurría desde 1998.
Pero en mi opinión lo importante no es la subida del PIB, que es una consecuencia, no una causa. Lo importante es que las empresas de aquí ahora sí son competitivas, es decir, son capaces de vender fuera: tienen buen producto (han innovado), a buen precio (han ajustado costes) y además son capaces de salir fuera y vender.
En la pasada crisis del 93 nuestras exportaciones aumentaron sobre todo porque la peseta se devaluó casi un 50% y pasamos a vender nuestros productos en el exterior un 50% más baratos. Nuestra capacidad exportadora dependía de lo cara o barata que fuera la moneda y no de nosotros mismos. Ahora somos competitivos porque somos capaces de vender buen producto a buen precio y además con una moneda (el euro) más bien cara. Es un gran avance y permanente. Si además la UE (el BCE y/o Alemania) se avinieran a bajar el euro, ya sería lo máximo.
Artículo publicado en el El Periódico el 4 de septiembre de 2013. Artículo en pdf
Efectivamente Eduardo estoy de acuerdo contigo en que una solución a la crisis es atacar el mercado exterior, pero estarás conmigo que muchas pequeñas empresas no tienen los conocimientos ni los recursos para hacerlo y que además tenemos un gran número de mano de obra (en el paro) procedente del sector de la construcción con nula o escasa cualificación. Lo que dificulta enormemente su reciclaje en otro tipo de trabajos o industrias.
Por ahí he leído un estudio de una escuela de negocios que decía que un persona tarde de media unos 15 años en aprender un nuevo oficio, así que veo muy complicado la re-colocación de tanto parado, independientemente de que nuestra industria siga exportando más.