Recientemente se ha publicado la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al primer trimestre de 2014. He de confesar que siempre me cuesta entender correctamente sus resultados. Y no por culpa del INE, que se explica bien, sino porque, al menos para mí, la EPA usa muchos conceptos y me hago un lío: población total, población activa (los que quieren trabajar), ocupada (los que tienen empleo) y de la resta de ambas sale el número de parados y la tasa de paro (ver el post Datos de empleo en España)
El resultado puede ser que suba el paro a pesar de que se esté creando empleo; o al revés, que baje el paro mientras baja el empleo porque baja la población activa. Y si añadimos el tema tasas, la cosa se complica: por ejemplo, sube el paro pero baja la tasa o porcentaje de paro. En fin… complicado.
La EPA es una encuesta que refleja la opinión de las 65.000 familias encuestadas. Personalmente prefiero el dato de afiliación a la Seguridad Social a los de la EPA, pues es un dato y no una opinión . Los resultados de ambas fuentes (EPA y Seguridad Social) no son coincidentes. En el periodo de boom económico, según la EPA, había entre un millón y millón y medio de personas más ocupadas que según la Seguridad Social (discrepancia importante). Me pregunto en qué trabajaban estos ocupados no afiliados. A fecha de hoy la discrepancia está en torno al medio millón.
¿Se está creando empleo o no?
Creo que la primera pregunta que hay que hacerse es si se está creando empleo o no, y cuánto. Este dato lo da el número de afiliados a la Seguridad Social que se publica cada mes. Hay que comparar el número de afiliados con el mismo mes del año anterior, ya que hay mucha estacionalidad (en verano trabaja más gente que en invierno).
La respuesta es que de marzo 2013 a marzo 2014 se han creado 100 mil empleos. Hemos pasado de 16,17 millones de empleos a 16,27 . Un crecimiento (pobre) del 0,6%, pero coherente con el crecimiento de la economía en este periodo, que ha sido exactamente del 0,6%. El empleo crece cada vez más (pero muy poco a poco) desde enero 2014, tal y como lo hace la economía (en enero creció el 0,1%, en febrero el 0,5% y en marzo el 0,6%).
Para poner el dato en perspectiva: desde junio 2008 hasta diciembre 2013, el empleo no ha parado de bajar, mes a mes. Son 5,5 años, poca broma. En ese periodo se perdieron 3,1 millones de empleos (de 19,4 a 16,3 millones de ocupados). Ahora se han recuperado 100.000 de esos 3 millones.
Otra pregunta distinta es si se crea empleo suficiente para la población activa, esto dependerá de cuánto crecen población activa y empleo, y para ello hay que acudir a la EPA.
¿Las perspectivas? Pues si la economía crece el 1,5% crearemos empleo más o menos a ese ritmo . Para volver a los niveles de 2008 (19 millones de empleos) hay que crecer un 19% lo que al ritmo del 1,5% o de un más normal 2,5% nos llevará unos 8 años.Versión editada del artículo publicado en El Periódico el 7 de mayo de 2014.
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Profesor Martínez Abascal,
Dice que “La EPA es una encuesta que refleja la opinión de las 65.000 familias encuestadas. Personalmente prefiero el dato de afiliación a la Seguridad Social a los de la EPA, pues es un dato y no una opinión”. De la afirmación parece desprenderse (corríjame si no es así) que las encuestas (o la EPA en particular) no son un método válido o fiable de análisis.
Siguiendo con mi razonamiento, para analizar el paro tenemos básicamente dos opciones: (1) Mantener un registro sistemático (el caso de los afiliados a la Seguridad Social) o (2) realizar una encuesta. Si nos decantamos por el segundo caso, y lo hacemos bien (la puntualización es importante, pero creo que la EPA en ese sentido no se puede criticar), debemos tener una muestra representativa. Esto no significa que deba ser especialmente grande, puede ser relativamente pequeña como las 65.000 familias, si no que debe asegurar la representatividad mediante la selección aleatoria. Lo bueno de tal técnica es que elimina los sesgos de selección porque todos los individuos tienen la misma probabilidad de ser seleccionados.
Por el contrario, un registro sistemático como el de la Seguridad Social tiene un sesgo importante: el registro recoge aquellos que se registran en una oficina pública de empleo. Citando a la propia Seguridad Social: “el conjunto de personas desocupadas que permanecen inscritas en las oficinas públicas de empleo en demanda de trabajo el último día del mes”. El sesgo obvio es, por tanto, de autoselección: no todo el que busca trabajo se registra en una oficina pública de empleo. Esto tiene dos problemas: (1) el registro de la Seguridad Social no incluye a ciertos demandantes de empleo, como los que buscan su primer empleo o siguen cursos de formación y (2) no incluye a todas aquellas personas que han desistido de buscar empleo y sencillamente no acuden al registro del paro (solo es obligatorio si uno va a recibir alguna prestación). De ahí las diferencias entre ambas. En ambos casos, la EPA los considera parados: gente que sin estar registradas buscan empleo activamente enviando currículos, presentándose a procesos de selección o, incluso, se encuentran en proceso de crear su propia empresa.
La EPA, sigue normas establecidas por la OIT y vigiladas por la UE (y sancionadas si llega el caso, como pasó en Grecia), lo cual implica un considerable nivel de estandarización. Es decir, no es el invento de un sociólogo de algún ministerio con demasiado tiempo libre.
En resumen: una encuesta bien hecha evita sesgos (aunque evidentemente puede incurrir en ellos si se diseña mal) que tiene per se un sistema de registro o un censo autoseleccionado no completo. Esto no quiere decir que el paro registrado sea una estadística inútil ni muchísimo menos, pero por lo anteriormente comentado, y aunque parezca contra intuitivo, la EPA es una mejor fuente para entender el drama del paro en España.
De hecho, Nate Silver es un buen ejemplo del poder que tienen las encuestas bien diseñadas.
Carlos:
La EPA es una encuesta que sigue los estándares pedidos por la UE y es de fiar. Es un método bueno para saber el paro existente. Pero no es tan bueno para conocer la creación o destrucción de empleo. Para esto es mejor ver el número de afiliados a la Seguridad Social, si baja se ha destruido empleo y si sube se ha creado empleo.
No confundir el número de afiliados a la Seguridad Social con el número de registrados en el INEM, son temas distintos.
Te recomiendo leer el post «Datos de Empleo en España» en el que se explican las tres fuentes de información que tenemos, sus pros y cons: EPA, registrados en el INEM y afiliados a la Seg Social.
Gracias por seguir el blog y por el comentario.