Publicado en Expansión el 13 de octubre de 2010.
La recomendación más importante de Basilea-III es elevar el llamado core capital de un mínimo del 2% vigente hasta ahora, a un 4.5%. Además se añade un buffer o colchón de reservas del 2.5%. Total, el banco tiene que tener un core capital del 7% del total de activos ponderados por riesgo y tiene de plazo para cumplir, hasta el 2019. Cada año hasta entonces tiene que ir incrementando progresivamente su capital. Aclaremos ahora los términos.
Core capital o capital básico es el capital de toda la vida, es decir capital aportado por los socios, más las reservas o beneficios anteriores retenidos, más primas por ampliaciones de capital. ¿Por qué se le llama core capital en lugar de capital a secas? Pues porque en los últimos años se ha dado el nombre de capital al llamado Tier 1 o capital de primer nivel, que incluye el core capital (el capital de toda la vida) más las acciones o participaciones preferentes (preferred shares).
Las acciones preferentes (se llaman participaciones en el caso de la Cajas), son un híbrido entre acciones y bonos: obligan al emisor a pagar un dividendo fijo, siempre que haya beneficios (en esto son como un bono); pero no hay obligación de pagarlo si no hay beneficios y a veces tampoco hay que devolver el principal aunque son transferibles (en esto son como una acción). A efectos de regulación bancaria computan como capital. Los bancos han emitido bastantes acciones preferentes, ya que permiten captar dinero más fácilmente que con las acciones ordinarias (ampliaciones de capital), te cuenta como capital, y con ello cumples con el regulador bancario y sobre todo, la bolsa no te penaliza, pues no has aumentado el números de acciones y por tanto la rentabilidad del inversor no se verá penalizada.
A la postre se trata de un atajo, para conseguir financiación, aumentar la rentabilidad del accionista y cumplir con el regulador. Es decir, para aumentar la rentabilidad y parecer que no has aumentado el riesgo. Este invento es de origen USA, donde se usa mucho y desde hace muchos años. En España los bancos lo han empezado a usar hace sólo unos 10 años, pero en esta década han sido asiduos emisores (especialmente las Cajas).
Pero ya lo dice el refrán: “no hay atajo sin trabajo”. No digo que las preferentes sean malas y mucho menos que sean la causa de los problemas. Digo que al pan, pan y al vino, vino. Si es capital, es capital, y no se autoengañe usted con Tier 1, Tier 2, preferred shares e historias, porque si vienen mal dadas, notará usted la falta de capital.