Publicado en Expansión el 06 de octubre de 2010.
Se han cumplido dos años de la quiebra de Lehman Brothers. La preocupación sobre la salud del sistema bancario internacional permanece. Hace pocas semanas el BIS publicó sus recomendaciones, conocidas como Basilea-III. Intentaré explicar en los próximos artículos cuáles son esas recomendaciones.
El BIS (Bank for International Settlements o banco internacional de pagos), con sede en Basilea, es una especie de regulador del sistema bancario a nivel mundial. Emana recomendaciones mínimas sobre regulación bancaria, que luego cada país debe aceptar… y acepta de hecho. Está formado por 27 países (los más desarrollados), representados cada uno por algún funcionario del organismo regulador bancario. En algunos países (como España) el banco central es el organismo regulador, y en otros (como en USA) es una entidad diferente.
Desde el inicio de la crisis financiera han sido muchas las voces que apuntaban a la escasez de capital como causante de la crisis financiera. Un ejemplo simple (o simplista) para aclararnos: un banco aporta 5€ de capital, pide prestados otros 95€ y con esos 100€ los presta a gentes diversas, esperando ganar 1€. Rentabilidad que obtiene el accionista: 1/5 = 20%. No está mal. Un banco más agresivo podría hacer el mismo negocio, pero pidiendo prestado 97€ y aportando 3€ de capital. Si sigue ganando 1€ a sus activos (los préstamos que ha hecho), obtendrá una rentabilidad para su accionista del 33% (1/3), sólo porque ha aportado menos capital. Se ve que la tentación de aportar poco capital es grande, ya que la rentabilidad que puedes dar a tu accionista (y el bonus que te puedes llevar como ejecutivo) es mucho mayor. Conseguir los 97€ prestados, puede ser complicado, pero no lo es en tiempos de bonanza económica o de abundancia de liquidez como hemos tenido en los últimos años.
Pero, ¿qué ocurre si un 3% de todos los prestatarios no devuelven sus préstamos, porque hay crisis? Pues que se producen pérdidas de 3€, que son el capital total del banco. Por tanto el banco entrará en quiebra casi irreversible. Este fue el caso de Lehman. En resumen, tener poco capital aumenta la rentabilidad potencial del accionista, pero aumenta muchísimo su riesgo. En años buenos se forrará, pero en años malos perderá hasta la camisa. En Estados Unidos son más proclives a endeudarse (tanto empresas como individuos) y es lógico por tanto que hayan sido los bancos americanos los más afectados por la crisis financiera.
Para evitar este problema Basilea III recomienda que la relación capital/activos totales, sean del tipo que sean, más o menos riesgosos, no sea inferior al 3%. En el siguiente artículo veremos qué entendemos por capital.