El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado la previsión de crecimiento en España para 2016 del 2,7% al 2,6%. Por su parte, el Banco de España, a principios del mes de abril, rebajó también una décima su previsión de crecimiento del PIB desde el 2,8% al 2,7% para este año. La Comisión Europea, en su informe de febrero del 2016, prevé un crecimiento del 2,8% para este año. Estas noticias, aparentemente negativas, a veces se presentan como si estuviéramos al borde de una nueva crisis. Se nos habla de todo tipo de riesgos como la deflación, el precio bajo del petróleo, los tipos de interés negativos, etc., que confluirán en una nueva crisis. Y si encima los mercados se alteran, como ocurrió en enero y febrero… apaga y walking (vámonos) como dice mi amigo.
¿Y cuál es la realidad? Pues la realidad es que tanto da crecer al 2,7% como al 2,6% que nos pronostica ahora el FMI; es un crecimiento bueno o muy bueno . La realidad también es que en una previsión sobre crecimiento económico es de hecho imposible afinar en un 0,1% de crecimiento. Y lo es porque el crecimiento económico depende del comportamiento de las personas (consumidores, empresarios, etc.) y este no se puede predecir con tanto detalle. Por último, la realidad es que todos estos entes, FMI, OCDE, Comisión Europea, tampoco aciertan tanto en sus previsiones.
¿Hay que temer una nueva crisis?
¿Hay que temer por el futuro? Pues creo que no. La economía tiene inercia, porque inercia tiene el comportamiento de las personas. El año pasado 2015 crecimos un 3,2%. Este año creceremos más o menos lo mismo 0,2% arriba o abajo. Y ya nos va bien, porque no es bueno crecer demasiado rápido (por encima del 3%), como ocurrió en los años de la burbuja (de 2004 a 2007).
De hecho, todos los indicadores de actividad económica en los dos o tres primeros meses del año indican que la economía funciona : se crea empleo, baja el paro, sube la producción de coches, la producción industrial en general, el índice de compras al por menor, las exportaciones, etc. Por no hablar del turismo, que todos vemos y que está disparado. Y sobre todo, el consumo, que es casi el 60% del PIB, sigue confiado (aunque sin alardes). Una prueba de esto último es que el turismo interior ha crecido un 10% en los dos primeros meses del año; y más interesante, el gasto en viajes fuera de España ha crecido un 13%; se ve que somos optimistas y queremos disfrutar de la vida. Podría añadir más datos pero no cal. Son todos positivos.
Por otra parte no he conseguido que nadie me explique porqué un petróleo barato puede causar crisis; cómo el dinero barato nos puede llevar al caos y porque la no subida de precios es mala. A mí me parece estupendo que no suba el precio de las cosas que consumimos. Y me alegra que las compañías se lo monten de tal modo que no haga falta ser rico para consumir o viajar.
Obviamente, esta es la fotografía global, que es positiva y compatible con el hecho de que hay todavía muchos colectivos que, por desgracia, no se han resarcido de la crisis. Pero si la cosa va tirando creo que no es bueno asustar al personal.
Muchas gracias, como siempre!!!
Está claro que el sentido común no acapara titulares, en cambio los apocalípticos que anuncian el fin del mundo porque crecemos por encima del 2,5% si que llaman la atención y salen en las portadas!